El próximo sábado 13 se implementará el sistema de bloqueadores de teléfonos celulares en los penales Castro Castro, Ancón II y Carquín de Huacho y luego se continuará el mismo proceso en el de Lurigancho, uno de los más grandes de Sudamérica, con lo que se cubrirá al 45% de la población penal del país.
Así lo señaló a la agencia Andina, Tito Fernández, gerente general de Prisontec, el consorcio ganador de la buena pro para la implementación de ese sistema con el cual se busca impedir que los internos de penales se comuniquen al exterior por ese medio y en muchos casos, perpetren extorsiones.
Según explicó, colocar la señal negativa de celular en el penal de Lurigancho tardará al menos 45 días, ya que esto se ha convertido en un verdadero reto para los técnicos, debido a que hay que cubrir un área muy grande, con muchas viviendas en los alrededores, con varios operadores de telefonía y además, con el riesgo que implica trabajar en el interior del recinto carcelario.
«Entrar a trabajar allí con herramientas, sabiendo los internos lo que estamos haciendo es un riesgo muy alto, siempre hay amenazas. Tenemos que mantener un sistema de inteligencia y de logística muy severo», comentó.
Pero también, dijo, existe el reto tecnológico, ya que alrededor del penal de Lurigancho hay mucha población y hay que cuidar de no afectarla con el sistema de bloqueo de telefonía celular.
«Tenemos que cubrir un área geográfica muy grande y acordar con los otros operadores, pues sus señales están muy cerca», dijo al señalar que afortunadamente ya existe un acuerdo con estas empresas de telefonía para conciliar y permitir que ambas tecnologías convivan», indicó finalmente.
A la fecha hay 8 penales en los que ya se instalaron los bloqueadores de señal celular como el de Cañete, Huaral, Ancón I, Ica y Callao, entre otros, y este 13 de febrero se hará lo propio en tres más.
ANDINA