SANTIAGO DE CHILE.- La Inversión Extranjera Directa (IED) en la región superó en el 2022 todas las cifras desde que se llevan registros sobre este tema, informó hoy aquí la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal).
El monto total recibido en el área el año pasado fue de 224 mil 579 millones de dólares, 55.2 por ciento superior al del 2021 y el máximo valor hasta ahora, según revelo el documento La Inversión Extranjera Directa en América Latina y El Caribe 2023.
La compilación fue presentada por el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs (foto), quien señaló que los datos se explican por el incremento de la IED en algunos países, sobre todo Brasil y, en menor medida, México, Chile, Colombia Argentina y Perú.
Esta dinámica es congruente con la recuperación tras la pandemia de Covid-19 y no es claro si se mantendrá en niveles superiores, precisó el estudio.
Costa Rica fue el país más beneficiado por el ingreso de inversión foránea en Centroamérica, donde Guatemala registró una disminución significativa.
En el Caribe, Guyana se consolidó como el principal receptor de fondos, seguido por República Dominicana.
Por sectores más de la mitad de la IED fue para los servicios, si bien hubo importantes avances en la industria manufacturera y los recursos naturales, indica el documento de la Cepal.
En cuanto al origen de esos fondos Estados Unidos y la Unión Europea son los principales inversionistas en esta zona, aunque hubo un salto importante del nueve al 14 por ciento de los capitales originados en los mismos países latinoamericanos y caribeños.
Salazar-Xirinachs señaló que “el reto no solo es atraer y retener, sino maximizar la contribución de la IED al desarrollo”.
Para ello, agregó, los gobiernos deben poner atención a políticas destinadas a fomentar los encadenamientos productivos, la capacitación de recursos humanos, creación de infraestructura, logística y de construcción de capacidades locales.
El informe sobre Inversión Extranjera Directa en la región del 2023 incluye dos capítulos donde se analiza la incidencia de estos capitales en las energías renovables y no renovables y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el 2030.
Fuente Europa Press / foto Twitter