Aquel 25 de agosto de 2005, se jugó un torneo de verano… e hizo su aparición un menudo extremo argentino que se presentaba en sociedad ante el público del Camp Nou. Era el debut como titular de Leo Messi en el Barcelona. Y como rival, curiosamente, estaba la Juventus. El rival que otra vez se le pone en frente a Messi, una década después, para disputar en esta oportunidad la Champions League.
«Nunca había visto un jugador de tanta calidad», fue la afirmación que le dedicó Fabio Capello aquel día a Messi tras presenciar la primera exhibición del argentino sobre el césped de la Ciudad Condal. Cannavaro y Pessotto fueron los primeros en sufrir al crack azulgrana. Vieira también tuvo sus desencuentros con un futbolista al que la Juve sólo pudo parar con faltas.
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— Champions League (@ChampionsLeague) junio 3, 2015
El resultado de aquel encuentro fue un intrascendente empate a dos goles, fue lo de menos. Messi fue sustituido en el minuto 90 y recibió la primera de muchas ovaciones en el mítico Camp Nou. Leo se había presentado al fútbol de élite y se convirtió en indispensable.
En Berlín, la Juventus vuelve a cruzarse en su camino. Diez años más tarde, como el mejor jugador del planeta y el futbolista más desequilibrante que ha tenido el Barcelona. Y que puede volver a sufrir la «Veccia Signora», esta vez en la final de Champions League.