CHAPECÓ.- Miles de atribulados hinchas se hicieron presentes en el estadio Arena Condá del club Chapecoense para dar el último adiós a un equipo que quedará en la historia, no sólo por la terrible tragedia, sino también por su desempeño futbolístico.
La lluvia torrencial no detuvo a la multitud doliente que asistió a la emotiva ceremonia que congregó a las autoridades deportivas, encabezas por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y los deudos consternados por la partida de sus seres queridos.
Dos Hércules-130 de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) se posaron con pocos minutos de diferencia, a partir de las 09:45 de la mañana (hora local), con los restos de los 50 futbolistas y directivos del club repatriados desde Colombia.
El primer arribo fue saludado por una salva de fuegos artificiales en el Arena Condá, que empezó a llenarse desde las primeras horas de la mañana, pese al mal tiempo
Los ataúdes empezaron a ser sacados de los aparatos con escoltas militares, bajo los aplausos de los allegados de las víctimas admitidos en el lugar.
Desde allí fueron conducidos en procesión hasta al estadio donde el equipo vivió horas memorables de la epopeya que los convirtió en finalistas de la Copa Sudamericana, un sueño que se estrelló en las montañas de Medellín.
La población estuvo presente, tanto en el estadio como en sus alrededores, con sus casacas verdes cubiertas por chubasqueros.
«Vinimos porque el Chapecoense está en nuestro corazón, es nuestra familia. La lluvia no nos ha parado porque teníamos muchas ganas de despedirles», aseguró Patricia Carraro, una cajera de 32 años, que fue a la ceremonia acompañada por su familia. (ECHA- Agencias)