COLOMBIA.- El técnico sobreviviente de la tragedia aérea, Erwin Tumiri, reveló este lunes que la siniestrada nave debía hacer una parada antes de llegar a Medellín para reabastecer combustible.
En ese sentido reveló sus dudas previas al vuelo y la reacción de los pasajeros en los segundos finales del fatídico viaje, haciendo hincapié en que no hubo un procedimiento especial de emergencia.
En una entrevista con el programa Fantástico, de Globo, el técnico boliviano confirmó que esperaba que la aeronave fuese reabastecida en la ciudad boliviana de Cobija después de despegar en Santa Cruz de la Sierra.
Videos relacionados
https://www.youtube.com/watch?v=Z9xklGHWd4s
«Como técnico, mi trabajo es hacer el chequeo previo. Hice un informe contando con una parada en Cobija. No me dijeron que iríamos directo para Medellín. Antes del despegue pregunté de nuevo, y más de una vez, y me dijeron que íbamos a ir», argumentó.
Durante la última semana, autoridades de Colombia también afirmaron que tenían información de que harían una escala, la cual habría evitado el accidente.
Erwin Tumiri reconoció que la cantidad de combustible que se coloca en el avión es siempre decisión de la empresa, y remarcó que él sólo se limitó a cumplir con el rol por el cual fue contratado por LAMIA.
En la entrevista, el sobreviviente también relató sus recuerdos de los momentos que antecedieron al accidente.
Dijo que los pasajeros y tripulantes no tenían conciencia de que el avión estaba cayendo: «Todos íbamos tranquilos, unos estaban jugando cartas, otros viendo películas, escuchando música, muy alegres».
Con ese detalle puso en duda que hubieran podido seguir un procedimiento especial de emergencia: «Nos estábamos preparando para un aterrizaje normal», aseguró.
Asimismo reveló que, pocos minutos antes del accidente, estaba hablando con el técnico del Chapecó, Caio Junior.
«Él me estaba enseñando a hablar portugués. Nadie sabía lo que estaba pasando en ese momento, todos creíamos que íbamos a aterrizar normalmente, nos habían avisado que nos abrocháramos los cinturones porque estábamos a poco de aterrizar», remarcó.
Según Tumiri, el piloto pidió a la tripulación y a los pasajeros cumplir el protocolo de aterrizaje normal. «Nadie se lo esperaba, por eso nadie gritó», detalló.
«Sentí que el avión estaba vibrando, pero creí que era algo normal», comentó el miembro de la tripulación.
«A veces siento como si hubiera sido salvado por ellos (los jugadores), como si ellos hubieran dado sus vidas por la mía. Por eso, ahora tengo el sueño de ir a la ciudad (Chapecó), comentó. (ECHA – Agencias)