El cantautor brasileño Chico Buarque se sumó hoy al frente que será instituido esta semana para combatir la censura que grupos ultraconservadores vienen imponiendo en Brasil a representaciones culturales y artísticas.
Buarque, uno de los más famosos representantes de la Música Popular Brasileña (MPB) y autor de clásicos conocidos mundialmente como «La Banda» y «Construcción», publicó hoy un vídeo en el que manifestó su apoyo al «Frente Nacional Contra la Censura», una iniciativa impulsada por diferentes y conocidos artistas e intelectuales en Brasil.
«Quiero saludar la creación del Frente Nacional Contra la Censura. Es necesario que artistas, que brasileños esclarecidos en general, se manifiesten contra la escalada de esos movimientos que se dicen conservadores contra la libertad de expresión», afirmó el compositor, cantante y escritor.
Buarque agregó que los grupos ultraconservadores que han obligado en las últimas semanas a diferentes instituciones brasileñas a cancelar exposiciones u obras de teatro que califican como «inmorales», «ofensivas» o «blasfemas» usan «prácticas fascistas, de intimidación y de violencia, en las calles y en las redes sociales».
El frente, al que también se han unido otros conocidos cantautores como Caetano Veloso, actores y políticos, será instituido este martes en una ceremonia prevista en la sede del Palacio de las Artes, un centro cultural en la ciudad de Belo Horizonte que resistió a las presiones para suspender una muestra de 160 obras, algunas de ellas señaladas de incitar la pedofilia.
Según sus impulsores, la iniciativa busca frenar una ola de conservadurismo que viene creciendo en Brasil y que, ante expresiones artísticas que considera «inadecuadas», viene presionando para que instituciones y autoridades adopten medidas que atentan contra la libertad de expresión en el país.
«Vivimos tiempos sombríos. Los monstruos del pasado insisten en resucitar en la onda conservadora que asuela al país. Intentan condenar y prohibir exposiciones, obras de teatro, espectáculos de danza, conciertos y otras actividades artísticas, culturales, científicas e intelectuales», aseguran los organizadores del frente en un mensaje que publicaron en las redes sociales.
Esa guerra cultural en Brasil comenzó en agosto cuando una exposición sobre la diversidad sexual en la historia del arte brasileño fue suspendida en la ciudad de Porto Alegre por presiones del Movimiento Brasil Libre (MBL), un grupo que nació en el 2014 con las protestas contra la entonces presidenta Dilma Rousseff, destituida por el Congreso el 2016 y sustituida por el conservador Michel Temer.
Los críticos dijeron que la muestra, con 270 obras de 85 artistas, era una blasfemia hacia símbolos religiosos y también impidieron que la exposición fuera exhibida en Río de Janeiro, cuyo alcalde, el obispo evangélico Marcelo Crivella, la vetó sin ningún tapujo.
Algunos parlamentarios brasileños quieren que el comisario de la muestra prohibida, Gaudencio Fidelis, sea conducido a la fuerza ante una comisión del Congreso para que sea sometido a un interrogatorio sobre el polémico asunto.
Entre otras manifestaciones vetadas en las últimas semanas figura la obra de teatro «El evangelio según Jesús, reina del cielo», en la que Jesús es representado por una travesti y fue impedida de ser escenificada en varias ciudades, y una exposición con una pintura en la que Cristo aparece con varios brazos como el dios hindú Shiva.
Los mismos grupos que defienden la censura fueron los que protagonizaron hace dos semanas una protesta en Sao Paulo contra la filósofa estadounidense Judith Butler, uno de los máximos referentes en estudios de género y a la que casi impiden acudir a un simposio.
Esa «ola oscurantista» busca «controlar y censurar las libertades de pensamiento, creación y manifestación artística en Brasil», según los impulsores del frente.
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