SANTIAGO DE CHILE.- El Gobierno de Chile marcó hoy distancias con el ministro de Justicia, Jaime Campos (foto), quién en los dos meses que lleva al frente del cargo ha protagonizado diversas controversias a raíz de sus polémicas declaraciones.
La más reciente fue conocida este jueves, cuando el titular de Justicia declaró, refiriéndose al director de Gendarmería: «sus bolas están las 24 horas sobre mi escritorio, y yo veo cuando se las corto».
La ministra portavoz del Gobierno, Paula Narváez, dijo hoy a los periodistas que el ministro la telefoneó para reconocer su error por estas declaraciones.
«El ministro me ha llamado por teléfono para reconocer que esas declaraciones son totalmente inadecuadas, que van en contra de lo que él quería expresar», señaló Narváez.
«Él es consciente de que estos dichos no corresponden, que son inapropiados, y por supuesto que el Gobierno comparte ese juicio», indicó Narváez.
Esta es la segunda vez en dos semanas que la ministra se ve obligada a salir al paso de manifestaciones del ministro Campos para puntualizar que no representar el sentir del Ejecutivo.
Primero fueron sus dichos acerca de una eventual excarcelación «humanitaria» de presos recluidos en el penal Punta Peuco condenados por crímenes de lesa humanidad que padecen enfermedades terminales.
La declaración del titular de Justicia se produce en momentos en que un grupo de exagentes de la dictadura militar (1973-1990) condenados por violaciones a los derechos humanos pedirán perdón en una ceremonia ecuménica este viernes.
Se trata de al menos seis de los 120 reos que cumplen condenas en esta cárcel, una prisión situada a 40 kilómetros al norte de Santiago construida especialmente para recluir a los represores de la dictadura.
Este jueves fueron sus declaraciones en contra del director de Gendarmería (guardia de prisiones), Jaime Rojas Flores, cuando fue abordado por funcionarios de esa institución para informarle de varias irregularidades en la institución.
«Sus bolas están las 24 horas sobre el escritorio del ministro, y yo veo cuando se las corto», fue la respuesta del ministro Campos.
La presidenta Michelle Bachelet juramentando a Jaime Campos, quién en los dos meses que lleva al frente del cargo ha protagonizado diversas controversias a raíz de sus polémicas declaraciones. EFE/Ximena Navarro. |
El presidente de la Asociación Nacional de Suboficiales de Gendarmería, José González, dijo hoy que «es lamentable que una autoridad use ese lenguaje, una falta de respeto no sólo con nosotros, sino también frente a otras autoridades.
La tercera salida «inapropiada» del ministro de Justicia fue la comparación que hizo entre su antiguo internado estudiantil y un centro del Servicio Nacional de Menores (Sename) en el que murió Lisette Villa, una niña de siete años, que aparentemente fue asfixiada por funcionarias de la institución, cinco de las cuales se encuentran procesadas por esta causa.
Este caso ha generado una gran conmoción social en Chile, donde recientemente se supo, según un informe oficial, que 865 niños murieron en los últimos 11 años en centros de internamiento de menores, donde además se produjeron numerosos casos de abusos y explotación sexual.
«Me encontré con un centro ordenado, limpio, pequeño. No vi los hacinamientos. Este tenía más comodidades de las que tuve en el internado del Liceo de Hombres de Talca (ciudad del sur del país)», señaló el ministro en una sesión parlamentaria que debatió el tema.
Las palabras del ministro provocaron la indignación del diputado independiente por Magallanes Gabriel Boric, quien le espetó en el hemiciclo: «¡Que venga el ministro de Estado a decirnos de que el lugar donde murió Lisette es mejor que el internado donde él estudió! ¡Que se vaya a la cresta!».
Los parlamentarios democristianos, pertenecientes a la coalición gubernamental Nueva Mayoría, calificaron hoy sus declaraciones de «inadecuadas e incomprensibles».
«Él es un ministro de Estado y por lo tanto una de sus características tiene que ser la prudencia», comentó el diputado Fuad Chaín.
«No es necesario pedirle la renuncia, pero sí un buen tirón de oreja y una tarjeta amarilla», agregó Chahín.