SANTIAGO– Durante cuatro horas, Sebastián Dávalos Bachelet, hijo de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, declaró ante la fiscalía en el caso donde se le acusa de presuntamente haber utilizado «información privilegiada» e incurrir en presunto «tráfico de influencias«.
Sebastián Dávalos declaró en calidad de testigo ante la fiscalía de Rancagua (80 km al sur de Santiago), en torno a un millonario negocio de presunta especulación inmobiliaria, retirándose sin declarar a la prensa, informó el diario chileno La Tercera.
Ingresó pasadas las 10 de la mañana (13 GMT) en medio de un fuerte resguardo policial que evitó el agobio que sufrió su esposa al hacer el mismo trámite la semana pasada.
Su esposa, Natalia Compagnon declaró el miércoles pasado por casi nueve horas, y a su entrada y salida a la fiscalía fue objeto de protestas por manifestantes exasperados.
Natalia Compagnon y Sebastián Dávalos son investigados por el eventual «uso de información privilegiada» y «tráfico de influencias» tras la compra de terrenos en la ciudad de Machalí (sur), que luego se vendieron a un mayor precio, por un proyectado cambio en el uso de suelos.
En los expedientes se menciona que Dávalos y Compagnon se reunieron con uno de los dueños del Banco de Chile y uno de los hombres más poderosos del país, Andrónico Luksic, quien otorgó el crédito por 10 millones de dólares que permitió la compra de los terrenos.
El negocio se hizo por medio de la empresa Caval, de la cual Natalia Compagnon es dueña de un 50% y Sebastián Dávalos se desempeñaba como gerente de proyectos hasta antes de que su madre llegara al gobierno en marzo de 2014.
La difusión del caso provocó que el hijo de Michelle Bachelet renunciara al cargo no remunerado que ejercía en el gobierno de su madre, a cargo de las organizaciones sociales, y una brusca caída en la popularidad de la mandataria. (ECHA- Agencias)