SANTIAGO DE CHILE.- Con el 82% de votos escrutados el ex presidente derechista Sebastián Piñera lograba una ventaja de 9 puntos sobre el socialdemócrata Alejandro Guillier , muy por encima de lo esperado por las encuestas.
Las proyecciones demuestran que Guiller no logró movilizar ese 20% de chilenos que apoyaron en primera vuelta al izquierdista Frente Amplio y que perdió incluso en su región, Antofagasta.
Esta victoria consolidaría en Chile el giro liberal de la región que arrancó en 2015 en Argentina con la victoria de Mauricio Macri, fiel apoyo de Piñera, tanto que incluso provocó una gran tensión diplomática al respaldarle abiertamente en plena campaña.
En el equipo de Guillier señalaban que al final la votación fue más baja de lo esperado y cayó con respecto a la primera vuelta, lo que apuntaría que el candidato progresista no logró la movilización del voto del Frente Amplio que necesitaba para darle la vuelta a una elección en la que nunca fue favorito.
Guillier trató de convertir la elección en un plebiscito a Piñera, uno de los hombres más ricos del país, y movilizar el voto anti-derecha, pero no lo logró. Las encuestas, que apuntaban un empate técnico, volvieron a fallar.
Chile debatía si hacía un giro a la derecha con Piñera o se mantenía con Guillier en el eje de centro izquierda en el que se colocó con Michelle Bachelet hace cuatro años, y que ha dominado casi toda la etapa democrática reciente de este país.
No obstante el cambio no será radical en ninguno de los dos casos, incluso Piñera, en la recta final, ha aceptado indirectamente la polémica gratuidad de la educación universitaria que promovió Bachelet.
Piñera, que no tiene mayoría en el Parlamento, necesita acercarse a diputados progresistas moderados para sacar adelante sus leyes, y eso garantiza un giro tranquilo. (ECHA – Agencias)