SANTIAGO DE CHILE.- Salvador Allende se atrincheró en el Palacio de La Moneda bajo los bombardeos ordenados por el general golpista Augusto Pinochet, el pánico se apoderó de la población y Chile cambió para siempre.
Asociaciones de familiares de ejecutados políticos y detenidos desaparecidos claman por el cese de los pactos de silencio del Ejército. Seis criminales de lesa humanidad recibieron libertad condicional hace un mes.
Los llamados del actual gobierno conservador a restañar heridas y buscar la reconciliación nacional, no se realizan en la práctica.
A declaraciones muy cuestionadas de integrantes actuales del ejecutivo, nadie pasa por alto que un ministro fue defenestrado en apenas 72 horas por declaraciones impropias en el pasado reciente, al calificar de ‘montaje’ al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
El presidente de la República, Sebastián Piñera, convocó este martes a una ceremonia ecuménica en La Moneda que en principio tendrá todo el acento religioso de jerarcas de distintas confesiones.
Se saltará sin dudas el recorrido por la instalación que terminaba en la oficina de Allende por parte de sus hijas y familiares cercanos. La pregunta es si habrá discursos y en qué línea.
En especial porque instantes después, en la sede alterna del Congreso Nacional en Santiago, la fundación Salvador Allende organiza un acto solemne para recordar el 45 aniversario del golpe de Estado.
La entidad está encabezada por la cineasta Marcia Tambutti Allende, nieta del exgobernante, y el encuentro contará con la participación de numerosas personalidades de la centroizquierda en Chile.
Asimismo, en la céntrica Alameda O´Higgins, cientos de personas se congregarán en la entrada de la calle Morandé, donde está la puerta de entrada y salida de Allende durante su periodo presidencial.
Adicionalmente, el Salón de Honor de la Casa Central de la Universidad de Chile hará una entrega de títulos póstumos y de carácter simbólico a ejecutados políticos y detenidos desaparecidos, a través de sus familiares.