SANTIAGO DE CHILE.- Autoridades del gobierno chileno, periodistas, amigos y familiares conmemoraron hoy el 29 aniversario del asesinato de José Carrasco Tapia, editor internacional de la revista «Análisis», asesinado por agentes de la dictadura en 1986.
José Carrasco, miembro del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) fue uno de cuatro opositores al régimen asesinados el 8 de septiembre ese año, tras un fallido atentado contra Augusto Pinochet cometido en la víspera por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).
Además del periodista, fueron secuestrados y asesinados por agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI), el técnico Felipe Rivera, el publicista Abraham Muskatblit y el profesor Gastón Vidaurrázaga.
Con Santiago bajo toque de queda, escuadrones de la muerte de la CNI se movilizaron para secuestrar desde sus domicilios a las víctimas, llevarlas a lugares apartados y acribillarlas a tiros.
José Carrasco, que recibió diecisiete balazos en el cráneo, fue asesinado junto al muro de un cementerio en el sector norte de Santiago, donde hoy se celebró el acto en su memoria.
En la oportunidad, el ministro Secretario General de Gobierno, Marcelo Díaz, aseguró que la administración de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, está empeñada en fomentar el fin a los llamados «pactos de silencio», de los militares, que amparan la impunidad de muchos crímenes de la dictadura.
El gobierno, dijo, «promueve arribar a la verdad y realizar justicia en muchas causas de crímenes de lesa humanidad cometidos en nuestro país».
Javiera Olivares, presidenta del Colegio de Periodistas, destacó que José Carrasco, «es una figura que representa la construcción de memoria, la lucha por la libertad de expresión y por la democracia, en un momento donde se perseguía y se torturaba».
Carlos Cuadrado Prats, alcalde de Huechuraba, donde está el lugar del crimen, afirmó por su parte que «el legado de José Carrasco para la democracia actual es el compromiso que demostró para mostrar cosas que no se veían».
«En democracia también los periodistas tienen la obligación de cumplir el papel que él ejerció en tiempos muchos más difíciles que los que tienen que enfrentar hoy los periodistas para cumplir su función», añadió.
Según cifras oficiales, durante la dictadura de Augusto Pinochet unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos, mientras otros 33.000 sufrieron la prisión y la tortura por razones políticas.