Un funcionario del ministerio de Asuntos Exteriores de China declaró este martes que Pekín no se quedará de brazos cruzados y se verá obligada a tomar contramedidas si Washington despliega misiles de medio alcance en Asia, informa Reuters.
Al gigante asiático le inquietan los planes de la Casa Blanca de desarrollar misiles terrestres de alcance medio y, en particular, su posible colocación en la cuenca del Pacífico. Por ello, Pekín exhorta a Corea del Sur, Japón y Australia a no permitir que EE.UU. despliegue sus misiles de alcance medio en sus respectivos territorios.
Por otro lado, la Cancillería china asegura que Washington acusa a Moscú de violar el Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés) con el objetivo de abandonar dicho acuerdo y «tener las manos libres» para el desarrollo de nuevas armas.
¿Hacia un nuevo acuerdo?
China anunció el pasado martes su desacuerdo con la creación de una nueva estructura para reemplazar el tratado INF, alegando «una serie de complejas dificultades de naturaleza política, militar y legal» y argumentando que «no tendría ningún peso».
Tres días después de la suspensión efectiva de dicho acuerdo, el Pentágono anunció su intención de desarrollar misiles «terrestres convencionales» previamente prohibidos por el INF. Asimismo, desde Washington dijeron que les gustaría desplegar «más pronto que tarde» misiles convencionales de alcance intermedio en el continente asiático, aunque no precisó la localización.
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, señaló el pasado domingo que el fin del tratado INF constituye una amenaza a la seguridad global y llamó a Washington y a Moscú a pactar un nuevo acuerdo lo antes posible.
Cruce de acusaciones
El Tratado INF fue firmado en 1987 entre la URSS y EE.UU. con el objetivo de eliminar en Europa los misiles balísticos y de crucero con base en tierra que tuvieran un alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros, tanto nucleares como convencionales.
Washington abandonó el pacto en febrero alegando que Rusia había estado desarrollando en secreto misiles de alcance intermedio; en particular, unos proyectiles que, supuestamente, pueden ser disparados desde los sistemas de lanzamiento táctico-operacional Iskander-M, desplegados a lo largo de la frontera occidental rusa.
Moscú niega esas acusaciones, asegura haber cumplido con su parte del acuerdo, y acusa a Washington de haber incumplido el tratado al instalar en Europa lanzadores antimisiles Aegis Ashore, que pueden emplearse para disparar misiles de crucero y efectuar otros lanzamientos balísticos prohibidos en el INF. (RT en Español)