PEKÍN.- Miao Deshun, la última persona que queda en las cárceles chinas por participar en las protestas de Tiananmen de 1989, saldrá de prisión en septiembre de 2017, después de que las autoridades le hayan reducido un año su pena, según confirmó hoy la organización Dui Hua.
En uno de sus comunicados mensuales, la organización en defensa de los presos en China confirma la reducción de la pena, pero no precisa el motivo de esta decisión ni tampoco el día exacto de la liberación de Miao o el estado en el que se encuentra.
«Cuando Miao sea liberado, habrá pasado más tiempo en prisión que el que ha vivido como un hombre libre», denuncia hoy Dui Hua.
Miao, empleado de una fábrica, tenía sólo 25 años cuando fue apresado junto a otros cuatro amigos la noche del día 4, poco después de que el Ejército irrumpiera con sus tanques en las calles de Pekín y acabara por la fuerza con casi siete semanas de manifestaciones en favor de la democracia.
Su detención se produjo después de las centenares -o miles, según algunas fuentes- de muertes de estudiantes y huelguistas obreros que se habían unido en la emblemática plaza de Tiananmen para pedir reformas democráticas al régimen, y el fin de la rampante corrupción.
Tras enfrentarse, junto a otros trabajadores, al Ejército, el joven fue acusado de «incendio provocado» por lanzar supuestamente una papelera a un blindado en llamas.
En base a ese delito, el régimen le condenó a muerte, pero su ejecución fue suspendida en varias ocasiones y, finalmente, su pena conmutada.
A pesar de que muchos de los condenados entonces recibieron penas de muerte o cadenas perpetuas, las autoridades acabaron conmutándolas por otras menores, y, con el paso del tiempo, los miles de encarcelados fueron puestos en libertad, según precisan organizaciones de derechos humanos.
Del total, menos de cien personas fueron ejecutadas, según diversas fuentes.
Según contó a Efe un ex compañero de celda de Miao, el prisionero siempre ha mostrado una actitud combativa en la cárcel, motivo por el que la ONG Defensores Chinos de los Derechos Humanos (CHRD) cree que aún no ha sido liberado.
Según precisó CHRD, su enfrentamiento con las autoridades le ha llevado a ser trasladado de centro en hasta tres ocasiones en estos años e incluso a ser ingresado en un psiquiátrico, la última parada que han podido confirmar.
Mientras Miao, de 51 años, sigue en la cárcel, las autoridades aún controlan de cerca a su hermana en Pekín, según un amigo cercano de la familia. EFE
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