PEKÍN.- China y Malasia, enfrentadas por unas islas del mar de China Meridional, convinieron hoy que las disputas se resuelvan a través de «consultas y negociaciones amistosas» y alertaron de que la participación de «terceras partes no directamente involucradas puede ser contraproducente».
Así lo expresaron ambos países en un comunicado conjunto divulgado hoy, durante la visita del primer ministro malasio, Najib Razak, a Pekín, según publica la agencia oficial china, Xinhua.
El comunicado confirma el alineamiento de Malasia con Filipinas, cuyo presidente, Rodrigo Duterte, anunció hace dos semanas en Pekín su acercamiento a China -y «separación» de EE.UU.»-, abogando por retomar las conversaciones sobre sus tensiones territoriales también en esas aguas.
Tanto Filipinas como Malasia, además de Vietnam, Brunei y Taiwán, se disputan con China total o parcialmente territorios del mar de China Meridional, sobre todo los archipiélagos Spratly y Paracel.
La voluntad primero de Filipinas, y ahora de Malasia, de no aceptar que terceras partes (en referencia a EE.UU.) se involucren en sus disputas, abre un nuevo capítulo en la región y prácticamente entierra un laudo dirimido el pasado julio por una corte de La Haya que daba la razón a Manila.
Aunque el dictamen hizo creer inicialmente que otros países afectados podrían iniciar procedimientos contra China, la victoria de Duterte en las elecciones filipinas hace unos meses dio un vuelco a la situación, ya que ha abogado por ignorar el fallo.
De hecho, China y Malasia enfatizaron hoy que sus relaciones atraviesan su «mejor momento» y que «continuarán fortaleciéndose», y abogaron por que todas las partes «se contengan en sus acciones en el mar de China Meridional».
Asimismo, remarcaron la voluntad de que ambas partes aumenten sus intercambios en defensa, dos días después de que acordaran la compra de cuatro barcos a China para «misiones costeras» por un periodo de dos años, una adquisición inaudita de Kuala Lumpur a Pekín.
En total, ambos países firmaron el martes 14 acuerdos en Pekín, después de que el primer ministro malasio se reuniera con su colega chino, Li Keqiang, en Pekín.
El comunicado asegura también que los países vecinos han acordado «fortalecer» el comercio de materias primas, y Malasia afirmó estar «lista» para aumentar las exportaciones de aceite de palma a China (su primer socio comercial).
Diversos analistas consideran que los recientes acontecimientos afectarán al equilibrio de poderes en la región, sobre todo por el viraje de Filipinas, hasta ahora aliado clave de Washington para su llamado «giro hacia Asia«.
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