GUATEMALA.- El jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, Iván Velásquez, dijo hoy que la financiación electoral ilícita es el origen de la corrupción en el país, una de las lacras que combate al frente de la institución desde el año 2013.
«El financiamiento ilícito de la política es la causa originaria del sistema de corrupción que ha capturado al Estado de Guatemala, uno de los elementos más importantes de la distorsión del modelo democrático», señaló el abogado colombiano durante su participación en un foro.
Velásquez recordó que la CICIG tiene entre sus prioridades combatir este problema, pues los gastos en campañas electorales son «excesivos» y «desproporcionados», igual que la manera de recaudar y gastar los recursos, que abren la puerta al financiamiento ilícito por los controles «muy débiles y completamente insuficientes».
«La corrupción ha socavado a la democracia guatemalteca», reiteró Velásquez, y añadió que la financiación electoral ilícita es «el pecado original», la puerta de entrada «al círculo vicioso de la corrupción», y la «perpetuación de la clase política corrupta en el ejercicio del poder».
Como vía para fortalecer la democracia, el jefe de la CICIG, que fue uno de los ponentes en el foro «El financiamiento privado de la política en Guatemala y sus efectos en la democracia», señaló a la participación ciudadana y los medios de comunicación, pues es necesario conocer el origen y el destino de estos fondos.
Hacerlo, continuó, no debe depender de una norma, tiene que ser un «acto de integridad y voluntad política» donde la auditoría social juega un papel «fundamental».
Otro de los que participó en esta cita, el director regional del programa para América Latina y el Caribe IDEA Internacional, Daniel Zovatto, recordó que la democracia «no tiene precio, pero sí un costo de funcionamiento».
En este sentido, criticó los bajos niveles de transparencia y rendición de cuentas, la debilidad de los controles y un régimen de sanciones «que muerde pero que no duele», como las multas o la ausencia de responsabilidad de los candidatos políticos.
Dijo que los casos desarticulados en Brasil, como Lava Jato o Odebrecht, demuestran la vinculación entre financiación política y corrupción, y cómo la lacra de la corrupción afecta «a la gran mayoría de nuestros país» y «en Guatemala no es la excepción».
Precisamente de Brasil, prosiguió, se puede aprender lo positivo y lo negativo, y una de esas enseñanzas es que investigar «sin avanzar con las reformas» necesarias para evitar esos actos punibles hace que, más tarde o más temprano, «se vuelva a repetir».
Es por ello que pidió reformas «con vigencia real», un «anclaje institucional» que permita borrar cualquier opción a esas «colaciones negativas» de regresar al pasado, sentando un ejemplo y diciéndole a toda la sociedad «muchachos, a partir de ahora la cosa va en serio».
«Hay que institucionalizar (los avances), sino las coaliciones negativas van a terminar generando los bloqueos necesarios para revertir los logros», zanjó.
EFE/Foto: aquiahora.com.gt