Es fundamental reconocer el rol que las defensoras y defensores de derechos humanos tienen, y es necesario generar garantías para que sean protegidos de eventuales represalias y hostigamientos, dijo Paulo Abrão, secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“Es fundamental reconocer el rol que las defensoras y defensores de derechos humanos tienen en los procesos de denuncia de actos de corrupción, y es necesario generar garantías para que sean protegidos de represalias, de hostigamientos”, indicó en diálogo con Ideeleradio.
“Es necesario generar garantías para que puedan ejercer sus legítimos derechos a la protesta social y más que eso, que los Estados estructuren administrativamente mecanismos nacionales de protección de defensores y defensoras de derechos humanos”, puntualizó.
Uso del Sistema Interamericano
Sostuvo, en líneas generales, que cada vez más se tienen que generar mejores herramientas para el uso del Sistema Interamericano a favor de la protección de los denunciantes de delitos de corrupción.
“El Sistema Interamericano a su vez ya hizo su parte con el sistema de medidas cautelares, con el uso de nuestros comunicados para generar atención de grupos que están siendo hostigados, por medio de nuestras solicitudes de información al Estado para expresar que estamos atentos a determinadas situaciones concretas”, indicó.
“No voy a comentar ningún caso en específico, pero creo que cada una de las situaciones dispone a partir de los instrumentos interamericanos y las comisiones a toda la región y los países que tienen a su disposición para accionar el Sistema Interamericano”, explicó.
Diferenciar situaciones
El secretario ejecutivo de la CIDH dijo, del mismo modo, que los sistemas de justicia, en el ejercicio de su independencia, deben identificar y diferenciar los casos que lleguen a analizar.
“La Comisión Interamericana de Derechos Humanos piensa que se debe cuidar para que todo el sistema de justicia, en el ejercicio de su independencia, sepa identificar cuando hay efectivamente un cometimiento de una ilicitud o cuando hay simplemente el ejercicio libre del derecho de las personas para exigir respuestas estatales para las denuncias de corrupción que están puestas”, refirió.
“Así que hay que tener cuidado de diferenciar cada una de esas situaciones donde hay una manipulación o una persecución, que muchas veces puede ocurrir incluso por los propios autores estatales, por las propias autoridades públicas. Esa sensibilidad de percepción sobre cada una de esas situaciones es algo que cada caso particular es capaz de ofrecer”, aseveró.
El rol de la sociedad civil
Finalmente, dijo que es importante el rol de las organizaciones de derechos humanos y de la sociedad civil respecto a la posibilidad de establecer una diferenciación.
“Por eso es que el rol de las organizaciones de derechos humanos y de la sociedad civil en esos procesos es fundamental, porque ahí podemos identificar a quienes tienen acciones históricamente para incidir en nuestras agendas y otros tipos de aprovechamiento del sistema para desviar sus finalidades fundamentales que es proteger a la gente que legítimamente está luchando por una sociedad más ética”, puntualizó.