WASHINGTON (EEUU).- Un equipo de científicos estadounidenses desarrolló una nueva familia de polímeros capaces de matar bacterias sin inducir resistencia a los antibióticos al alterar la membrana de estos microorganismos, divulgó hoy una revista especializada.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos las bacterias resistentes a los antibióticos se han convertido en una amenaza cada vez mayor para la salud pública, y anualmente representan más de 2,8 millones de infecciones.
De acuerdo con los expertos, sin nuevos antibióticos incluso las lesiones e infecciones comunes albergan el potencial de volverse letales.
Al trabajar en la interfaz de la química orgánica y la ciencia de los polímeros, el Laboratorio Michaudel pudo sintetizar el nuevo polímero diseñando cuidadosamente una molécula cargada positivamente que se puede unir muchas veces para formar una molécula grande hecha con el mismo diseño cargado usando un material cuidadosamente seleccionado llamado AquaMet.
Michaudel explicó que ese catalizador resulta clave, dado que debe tolerar una alta concentración de cargas y además ser soluble en agua, característica que califica como poco común en este tipo de procesos, publicó la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Tras lograr el éxito, el laboratorio puso a prueba sus polímeros contra dos tipos principales de bacterias resistentes a los antibióticos: E. coli y Staphylococcus aureus (MRSA), en colaboración con el grupo de la doctora Jessica Schiffman de la Universidad de Massachusetts Amherst.
En tanto esperaban esos resultados, los investigadores también probaron la toxicidad de sus polímeros contra los glóbulos rojos humanos.
Un problema común con los polímeros antibacterianos es la falta de selectividad entre las bacterias y las células humanas cuando se dirigen a la membrana celular, la clave es lograr un equilibrio adecuado entre inhibir eficazmente el crecimiento de bacterias y matar varios tipos de células de forma indiscriminada, precisó Michaudel.
Fuente y foto Prensa Latina