INGLATERRA (Reino Unido).- La deforestación en el Amazonas provoca el calentamiento de superficies terrestres hasta a 100 kilómetros de distancia, según un estudio en “Proceedings of the National Academy of Sciences”.
La investigación, realizada por un equipo de científicos británicos y brasileños dirigidos por el doctor Edward Butt, de la Universidad de Leeds, sugiere que los bosques tropicales desempeñan un papel fundamental en la temperatura de la superficie terrestre, y que ese efecto puede producirse a distancias considerables.
Se sabe que cuando se talan los bosques tropicales, el clima en las inmediaciones se calienta. En este último estudio, los investigadores querían saber si la deforestación de la Amazonia estaba provocando un calentamiento del clima más lejano, y examinaron el impacto de la pérdida de bosques en lugares situados hasta a 100 kilómetros de distancia.
El doctor Butt, investigador de la Escuela de la Tierra y el Medio Ambiente de Leeds, afirma en un comunicado que «comprender el impacto de la pérdida de bosques en la Amazonia es de vital importancia».
«El mundo se está calentando como consecuencia del cambio climático. Es importante que sepamos cómo contribuye la deforestación del ecosistema amazónico al calentamiento del clima –advierte–. Si la deforestación está calentando las regiones circundantes, esto tendría grandes implicaciones para las personas que viven en esas zonas».
Como parte del estudio los investigadores combinaron datos de satélite sobre la temperatura de la superficie terrestre y la pérdida de bosques en la Amazonia durante el periodo comprendido entre el 2001 y 2020.
Los datos se analizaron en 3.7 millones de puntos de la cuenca amazónica. Los investigadores compararon el calentamiento que se había producido en regiones con distintas cantidades de deforestación local y regional.
Los investigadores consideraron local la deforestación en un radio de 2 km de un punto de recogida de datos. Si estaba más lejos, entre 2 y 100 kilómetros, se clasificó como regional.
Al analizar los datos, los científicos descubrieron que en las zonas con escasa deforestación tanto local como regional, el cambio medio de la temperatura terrestre en el periodo comprendido entre el 2001 y 2021 fue de 0.3 °C.
Las localidades con una deforestación local de entre el 40% y el 50%, pero con poca deforestación regional, se calentaron una media de 1.3 °C. En comparación, en las zonas con deforestación local y regional, el aumento medio de la temperatura fue de 4.4 °C.
En el artículo, los investigadores añaden que «el calentamiento regional debido a la deforestación amazónica tendrá consecuencias negativas para los 30 millones de personas que viven en la cuenca del Amazonas, muchas de las cuales ya están expuestas a niveles peligrosos de calor».
Los científicos también analizaron cómo la futura deforestación podría calentar aún más la Amazonia brasileña en los 30 años siguientes al 2020. Consideraron dos escenarios, uno en el que se ignora el Código Forestal y no se salvaguardan las zonas protegidas. El segundo, en el que existe cierta protección.
En el sur de la Amazonia, donde la pérdida de bosques es mayor, la reducción de la deforestación tendría el mayor beneficio, reduciendo el calentamiento futuro en más de 0.5 °C en el estado de Mato Grosso.
El profesor Dominick Spracklen, de la Universidad de Leeds y coautor del estudio apunta que «es bien sabido que la protección de los bosques tropicales es crucial en la lucha contra el cambio climático global. Nuestro trabajo demuestra que la protección de los bosques también tendrá grandes beneficios a escala local, regional y nacional».
«Demostramos que la reducción de la deforestación reduciría el calentamiento futuro en el sur de la Amazonia –subraya–. Esto beneficiaría a los habitantes de toda la región al reducir el estrés térmico y los efectos negativos sobre la agricultura».
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El doctor Celso von Randow, investigador del Instituto Nacional Brasileño de Investigaciones Espaciales y coautor del estudio, indica que «en Brasil son habituales los estudios sobre la importancia de conservar los bosques para almacenar carbono, pero aún carecemos de estudios sobre sus efectos biofísicos. Esto es importante porque la Amazonia se está calentando rápidamente debido al cambio climático, y ahora se ve exacerbado por la deforestación», añade.
«Los nuevos esfuerzos para controlar la deforestación en toda la Amazonia brasileña han tenido éxito y las tasas de deforestación han disminuido en el último año, y ahora vemos los beneficios de la posible reducción del calentamiento que afecta a las personas que viven en esta región –prosigue–. Es de esperar que el reconocimiento de tales beneficios se traduzca en un apoyo más generalizado a la continuación de los esfuerzos para reducir la deforestación y proteger los bosques».
Fuente y foto Europa Press