Ciencia: dormir poco y tarde hábito que puede alterar la glucosa sin que lo notemos (1)

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Una investigación reciente, publicada en JAMA Network Open, reveló que dormir menos de lo recomendado o acostarse a altas horas, podría modificar los niveles de glucosa en sangre y aumentar el riesgo de desregulación metabólica. Los detalles

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 40% de la población mundial tiene problemas de sueño. Esto equivale a entre 50 y 70 millones de personas en todo el mundo que sufren trastornos del sueño, según estimaciones del Instituto Nacional para el Corazón, Pulmón y Sangre de EEUU.

El sueño es un pilar fundamental en el equilibrio metabólico del cuerpo. Durante años, los científicos han estudiado su relación con la regulación de la glucosa en sangre, pero la mayoría de las investigaciones se centraron en mediciones aisladas, sin un análisis a largo plazo. Ahora, un estudio publicado en JAMA Network Open revela que tanto la duración insuficiente del sueño como el hábito de acostarse tarde están vinculados con fluctuaciones más amplias en los niveles de azúcar en sangre, lo que podría aumentar el riesgo de diabetes y otras complicaciones metabólicas.

Investigadores del Laboratorio de Ciencias de la Vida y Biomedicina de Westlake, en China, analizaron información de más de mil personas durante varios años para evaluar cómo la evolución de sus hábitos de sueño influía en la dinámica glucémica. El trabajo utilizó dispositivos de monitoreo continuo deglucosa, lo que permitió registrar las variaciones en tiempo real.

El estudio por dentro

El análisis se realizó sobre 1,156 adultos de entre 46 y 83 añostodos participantes del Estudio de Nutrición y Salud de Guangzhou, una cohorte comunitaria en China. Los datos sobre el sueño se recolectaron en distintas visitas a lo largo de varios años, mientras que la glucosa en sangre se midió con sensores que registraban valores cada 15 minutos durante 14 días consecutivos.

Los investigadores identificaron cuatro patrones de descanso: uno con una duración de sueño severamente insuficiente, otro con una privación moderada, un tercero con una reducción leve y, finalmente, un grupo con sueño adecuado. Además, establecieron dos tendencias en el horario de descanso: personas que dormían temprano y aquellas con un inicio tardío del sueño

Dormir poco o tarde, ¿aumenta la variabilidad glucémica?

Los resultados mostraron que las personas con sueño insuficiente presentaban fluctuaciones más marcadas en sus niveles de azúcar en sangre. Aquellos con una privación severa del sueño experimentaron un aumento del 2.87 % en la variabilidad glucémica y una diferencia diaria de 0,06 mmol/L en comparación con quienes dormían las horas recomendadas.

Los participantes que solían acostarse tarde también reflejaron un desajuste en la regulación de la glucosa, con un incremento del 1.18 % en la variabilidad glucémica y un aumento de 0.02 mmol/L en las diferencias diarias. Los valores más preocupantes se registraron en personas que combinaban ambos factores: menos horas de sueño y horarios de descanso tardíos.

El impacto del sueño en el metabolismo

El sueño influye en la secreción de hormonas clave para el equilibrio metabólico. La privación crónica del descanso puede aumentar los niveles de cortisol, una hormona vinculada al estrés que eleva la glucosa en sangre. Además, afecta la sensibilidad a la insulina y altera losritmos circadianos,lo que puede generar un desequilibrio en la producción de melatonina y dificultar la regulación del azúcar.

Otro factor importante es el comportamiento alimentario. Dormir tarde suele estar relacionado con una mayor ingesta calórica nocturna, lo que podría contribuir a picos de glucosa fuera de los horarios normales.

Un estudio publicado en JAMA Network Open mostró que dormir menos horas de las recomendadas o tener un inicio tardío del sueño está asociado con fluctuaciones más amplias en los niveles de azúcar en sangre.

Dormir bien, una herramienta para la prevención

Los resultados del estudio indicaron que quienes dormían pocas horas tenían un aumento del 2,87% en la variabilidad glucémica y una diferencia diaria de 0,06 mmol/L en comparación con quienes dormían las horas recomendadas.

El estudio refuerza la idea de que el sueño es un elemento clave en la prevención de enfermedades metabólicas. Mantener horarios de descanso regulares y garantizar una cantidad suficiente de horas de sueño puede ser una estrategia efectiva para mejorar la salud glucémica.

Los autores del trabajo concluyeron que estos hallazgos “proporcionan evidencia importante que respalda el beneficio para la salud de una duración de sueño suficiente y un inicio temprano del sueño para optimizar el control glucémico en adultos”. Ajustar los hábitos de descanso podría ser una medida accesible y efectiva para reducir el riesgo de diabetes y mejorar la calidad de vida. (Continuará).

Por Agustín Gallardo
Fuente Infobae

 

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