BARCELONA.- Un grupo de científicos liderado por el director del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, Manel Esteller, han descrito una misteriosa alteración celular que origina pequeños tumores altamente agresivos.
Se trata de una alteración descubierta y publicada en la revista ‘Nature’ en 1975 y sobre la que no ha habido más descubrimientos sobre sus causas y consecuencias hasta ahora.
En concreto, el artículo apuntaba que, en las células cancerígenas, a un ARN encargado de llevar un aminoácido para construir las proteínas le faltaba una pieza, el «enigmático» nucleótido Y.
Ahora, en un artículo publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciencies’ (PNAS), el grupo liderado por Esteller resuelve este «misterio» describiendo que en las células cancerosas se inactiva epigenéticamente la proteína que genera el nucleótido Y, originando tumores pequeños pero altamente agresivos.
«Desde el descubrimiento original de 1975 ha existido mucho trabajo bioquímico para caracterizar las enzimas implicadas en los diferentes pasos que llevan al deseado nucleótido Y, pero sin conectar esta caracterización con su defecto en la biología tumoral. Nosotros hemos construido el puente entre estos dos mundos al demostrar que el silenciamiento epigenético del gen TYW2 es la causa de la pérdida del esquivo nucleótido Y», explicó Esteller.
El bloqueo epigenético del gen TYW2 ocurre principalmente en cáncer de colon, estómago y útero y tiene consecuencias indeseables para una célula sana: «el «cartero» (ARN) que envía la señal para producir los «ladrillos» de nuestro cuerpo (proteínas) «empieza a acumular errores y la célula adquiere un aspecto distinto, alejado del epitelio normal, que llamamos mesenquimal y que se asocia con la aparición de metástasis», detalló.
«Ahora nos gustaría explorar la forma de devolver la actividad del gen TYW2 y restituir la añorada pieza ‘Y’ en el cáncer para poder cerrar el ciclo de esta historia que se inició de forma tan brillante en 1975, en los albores de la biología molecular moderna», concluyó el investigador. EFE