PARÍS (Francia).- Un grupo de investigadores franceses desveló los secretos que esconde la enigmática pintura encontrada en el ídolo del santuario y oráculo de Pachacámac, uno de los principales vestigios arqueológicos de Perú, que según revela el estudio fue objeto de culto 700 años antes del apogeo del imperio Inca.
Los científicos franceses llevaron a cabo el primer análisis no invasivo de estas pinturas y sometieron a los restos a pruebas del carbono 14, que han puesto de manifiesto que datan del 731 después de Cristo, lo que les sitúa probablemente en la era de los Waris.
«Eso confirma que el sitio de Pachacámac tenía ya importancia ritual local antes de la llegada de los Incas, que lo convirtieron después en uno de sus principales centros de peregrinaje, hasta el punto de albergar el oráculo que consultaba el propio emperador», indicaron los autores, cuyas conclusiones publica este miércoles la revista «Plos One».
Los científicos también analizaron la estatua del dios Pachacámac, que hasta su descubrimiento en 1938 se creía que había sido destruida en el siglo XVI durante la conquista española por Hernando Pizarro, hermano de Francisco.
El rojo que recubre la estatua, que durante años se había especulado con que fuera sangre procedente de sacrificios rituales, resulta ser mercurio procedente de cinabrio, un mineral conocido hace más de 2,000 años.
Este producto se encuentra en los Andes a casi 400 kilómetros del santuario, lo que pone de manifiesto, según los investigadores, «que el ídolo fue pintado con la intención de mostrar un poderío económico y político» capaz de acarrear un pigmento tan lejano pese a tener otros más accesibles.
Otra de las revelaciones del estudio es que no solo se encuentra el rojo en la madera, puesto que el análisis ha puesto en evidencia pintura blanca en los dientes de una de las figuras y amarillo en el pelo de otras.
EFE
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