Investigadores de la Universidad Estatal rusa de Tomsk, Siberia, crearon el primer láser de metal-vapor multifuncional de amplia aplicación en medicina y las tecnologías de las comunicaciones, destacan hoy medios de prensa.
El diario The Siberian Times comenta que el novedoso láser de vapor-metal es único en su tipo en el mundo, capaz de cortar huesos, tejidos y hasta el vidrio empleado en la fabricación de teléfonos móviles y tabletas, sin quemarlos ni dañarlos.
Agrega la fuente que el dispositivo de vapor-estroncio opera con una longitud de onda de 6,45 micras, y puede analizar la composición del gas de la atmósfera que lo rodea, por lo cual podría ser aplicado en funciones de control ecológico.
El decano del Departamento de Tecnologías Innovadoras de la Universidad Estatal de Tomsk, Anatoli Soldátov, declaró que no existe ningún láser como este en el mundo, que provoca mucho interés.
Recordó el científico que los investigadores rusos de Tomsk comenzaron a trabajar esta área antes que el resto de sus colegas en otras partes del planeta en la década de 1960, y ya en 1963 lograron el primer láser de baja potencia helio-neón.
Explicó, citado por The Siberian Times, que en las dos décadas siguientes trabajaron todo tipo de láseres, incluidos los de helio-neon, argón, dióxido de carbono y nitrógeno, y que a partir de ahí centraron las investigaciones en los de vapor-metal.
Se trata en realidad de láseres de gas, ya que mientras el cobre, el plomo y el oro son sólidos a temperatura ambiente, si se ponen en contacto con un elemento activo se calientan y se derriten, subrayó el experto.
Informó el decano que su equipo ahora desarrolla tecnologías para cortar tejido vivo, optimizar el láser mediante el acortamiento de la duración del pulso a unos pocos nanosegundos y en aumentar la densidad de energía.
Estamos dispuestos a colaborar con los profesionales de la salud para aplicar esta tecnología como ya lo hacen el Instituto Universitario de Farmacología Médica Estatal de Siberia, la Universidad Nacional de Investigación Médica Pirogov y la Universidad Tecnológica de Wuhan, en China, concluyó Soldátov. (F/PL)