Coctelera: Un entretenimiento con hechos imprevisibles de grandes personajes

shadow

 

COCTELERA es el nuevo titular de una serie de secuencias informativas en que narraremos hechos imprevisibles, ocurrencias, anécdotas de personajes reconocidos, además del ya consabido rincón del  humor. Disfruta de manera amena nuestras entregas diarias porque nos debemos a ti amable seguidor.

Aprovechemos

Cuando el entrenador escocés John Lambie dirigía a Partick Thistle FC, en una ocasión, hizo seguir jugando a un delantero que tenía pérdida de conocimiento; al médico que atendía al futbolista le dijo: «¿No recuerda quién es?… Perfecto… decile que es Pelé y mándalo a la cancha».

Sin pase

A fines de los cincuenta durante un partido entre Huracán y Chacarita, luego haber sido expulsado un tercer jugador del Globo, Néstor ‘Pipo’ Rossi tras recuperar el balón en medio de la cancha, avanzó y al no tener con quién tocar le gritó al árbitro: «¿No ve qué me hizo? ¿Y ahora a quién se la paso… a usted?».

Esperar que crezca

Lamentándose del retiro de Andoni Goikoetxea (quien se enorgullecía de ser llamado «el carnicero de Bilbao», Pablo Porta (expresidente de la federación española) manifestó: «Ya no quedan defensas como él… tendremos que esperar a que crezca su hijo»; para luego exclamar al ser avisado de que este tenía solo una hija: «¡Pues tendremos que esperar a que le crezcan cojones a su hija, entonces!».

Era en serio

Oreste Omar Corbatta, uno de los mejores futbolistas argentinos, máximo ídolo histórico de Racing Club Avellaneda e integrante de una de las grandes delanteras nacionales junto con Humberto Maschio, Antonio Angelillo, Enrique Omar Sívori y Osvaldo Cruz durante el Sudamericano (actual Copa América) de Perú 1957, fue uno de esos verdaderos locos que da el fútbol.

Federico Vairo, notable zaguero de River Plate, cuenta de él: «En una ocasión, ni bien empezó el partido se me había parado al lado mío y se me quedó ahí, lo que ya me ponía nervioso. De pronto me miró y me dijo ¿Cómo anda tu madre?… ¿y de la vida de tu hermana qué es? A lo que le respondí ¡Callate y jugá!… Cuando termine el partido «nos vemos afuera» si tenés algo que decirme… Con eso se calló la boca y me dejó de embromar.
Tras finalizar el encuentro, mientras nos estábamos duchando golperon la puerta del vestuario. ¡Era él que me venía a buscar! Salí con toda precaución… y vi que quería charlar conmigo en serio, venía a invitarme al vestuario para tomar algo porque cuando intentó hacerlo inicialmente en el campo me había enojado.

Prohibido olvidar

Recuerda Roberto Perfumo que cuando jugaba en 1960 en la 4ta. de las divisiones inferiores de River Plate su entrenador, Ernesto Duchini, le anunció un jueves que el sábado siguiente iba a debutar en el equipo frente a Chacarita Juniors. Llegado el gran día se vistió como para ir a un baile, e inclusive toda la familia salió a despedirlo a la puerta de calle.

Dos horas antes ya estaba en el estadio, pero cuando entró al vestuario Duchini le dijo: «Bueno pibe, dame el documento»; comenzó a buscarlo por todos lados: en el bolso, por los bolsillos del traje que tenía puesto (el acontecimiento lo merecía)… pero no lo había llevado; y no pudo jugar.

Comenta que dado esto Duchini se le acercó y le dijo: «La próxima vez… cuélgueselo de las bolas». Nunca más Perfumo fue sin documento, pero tampoco tuvo otra oportunidad de jugar en el equipo.

Pasatiempo

Oscar Más alias «Pinino» o «el Mono», séptimo goleador histórico del fútbol argentino con 212 tantos, era tan rápido fuera de la cancha como dentro de ella. En una ocasión, luego de un partido, un joven periodista se le acercó y le preguntó sobre su hobby; Más lo miró y le respondió: «¿Mi jo-vie? Bien, gracias… debe estar con mi vieja en casa escuchando el partido por radio. Aprovecho y les mando un saludo a los dos».

Otro añito de contrato

«En 1981 River había traído a Américo Gallego para pelear el puesto de mediocampista central con Reinaldo ‘Mostaza’ Merlo; jugamos contra ellos un partido en Mar del Plata por un torneo de verano. En el segundo tiempo entró Merlo por Gallego, ‘Mostaza’ se estaba jugando el puesto; faltando tres o cuatro minutos, tras un rechazo corto de nuestra defensa y la agarró de sobrepique al borde del área y la puso en el ángulo; lo gritó muchísimo. Cuando terminó el partido, nos saludamos y me dijo: Gracias… ¡un año más de contrato!». Carlos Goyén (arquero uruguayo)

Zona de guerra

Héctor «el Bambino» Veira recuerda que a mediado de los setenta, cuando jugaba para Sevilla FC, antes de comenzar a jugar un partido frente a Granada CF, donde se desempeñaban Ramón Aguirre Suárez y Julio Montero Castillo, los va a saludar y le dicen: «Mirá, andá por cualquier lado de la cancha, pero por el medio no vengas nunca… porque esto es Vietnam».

Déjame verte bien

Graham Williams, histórico defensor de West Bromwich Albion, le dijo a George Best durante una reunión luego de su retiro del fútbol:

– ¿Podrías quedarte quieto un momento para que pueda ver tu cara?

– Sí, por supuesto… ¿por qué?, le dijo Best.

– Porque hasta ahora lo único que te había visto era el culo desaparecer pegado a la banda, le respondió Williams.

Cuestión de felinos

Corría fines de los años cincuenta cuando durante un partido disputado en Huracán, desde la tribuna local del Palacio Ducó, le tiraron al pasar cerca de los límites del campo un gato por la cabeza a Alberto «el Toscano» Rendo, uno de sus jugadores.

Acto seguido, Rendo comenzó a protestar mientras pretendía localizar entre la multitud a quien le había arrojado el animal, por lo cual Néstor «Pipo» Rossi, compañero suyo en el Globo, desde la otra punta de la cancha le gritó con su inconfundible vozarrón: callate y seguí jugando… que como lo venís haciendo te tendrían que haber tirado  un león.

Fuente: taringa.net

 

534809