BOGOTÁ (Colombia).- Un juzgado de Colombia condenó a 20 años de prisión al cabo del Ejército Daniel Eduardo Gómez Robledo por asesinar al desmovilizado de las FARC Dimar Torres Arévalo en la convulsa región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, informó este jueves la Fiscalía.
«El cabo Gómez Robledo aceptó vía preacuerdo su responsabilidad por el delito de homicidio en persona protegida, por el cual pagará una pena de 240 meses de prisión (20 años) sin ningún beneficio penal», detalló la Fiscalía en un comunicado.
El asesinato de Torres, desmovilizado de las FARC tras la firma del acuerdo de paz, ocurrió el pasado 22 de abril en la aldea de Campo Alegre, perteneciente al municipio de Convención, y en un comienzo fue presentado por el entonces ministro de Defensa, Guillermo Botero, como consecuencia de un forcejeo con el cabo Gómez.
Por estos hechos está pendiente la programación de audiencia de imputación de cargos y medida de aseguramiento contra el teniente coronel Jorge Armando Pérez Amézquita, en ese entonces comandante del batallón de Operaciones Terrestres No. 11, adscrito a la Fuerza de Tarea Vulcano que opera en el Catatumbo, al igual que a tres soldados de esa unidad.
La revista Semana reveló en octubre pasado que el asesinato de Torres fue un plan urdido por el teniente coronel Pérez Amézquita y no un caso fortuito.
Publicó además que, según un chat al que tuvo acceso la Fiscalía, el oficial ordenó matar al exguerrillero que se dedicaba a la agricultura y a quien consideraba supuesto responsable de la muerte días antes de un soldado de su unidad militar que cayó en un campo minado.
Actualmente el cabo Gómez está preso en una cárcel para militares en Bogotá, mientras que Pérez Amézquita fue retirado de la institución y el subteniente Jhon Javier Blanco Barrios, quien se desempeñaba como comandante de pelotón, pidió su retiro en mayo pasado.
También fue retirado del servicio el soldado Jorman Alexander Buriticá, quien ayudó a cavar una fosa en la que los militares pretendían enterrar el cadáver del exguerrillero para desaparecerlo.
En la zona del Catatumbo tiene fuerte presencia la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidencias de las FARC, bandas criminales y un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL), considerado por el Gobierno como una banda narcotraficante.
La semana pasada, el senador Julián Gallo, del partido FARC, señaló en una entrevista con Efe que desde la firma del acuerdo de paz en noviembre del 2016 han sido asesinados más de 169 exguerrilleros, de ellos 90 en el Gobierno del presidente Iván Duque que comenzó hace 15 meses.
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