ROMA/Italia.- Apenas un día después de asumir el poder, el nuevo gobierno italiano dejó clara su radical postura contra la inmigración mediante el recién designado viceprimer ministro, Matteo Salvini, quien dejó entrever duras medidas que hasta hace poco eran consideradas inconcebibles.
“Los buenos tiempos han llegado a su fin para los inmigrantes indocumentados ” declaró ante una congregación política integrado por xenófobos que lo aplaudió, según señala el diario estadounidense La Opinión.
“Llegó la hora de empezar a empacar sus maletas” remarcó Salvini quien es también líder de la Liga Norte, el partido con la postura más antiinmigrante de la nueva coalición populista que gobierna Italia.
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El viceprimer ministro hizo las declaraciones antes de una visita a la isla de Sicilia, uno de los principales puntos de arribo en Italia de refugiados del Norte de África y Medio Oriente.
Las medidas para deportaciones masivas es una de las prioridades del nuevo gobierno.
Durante la campaña electoral, el líder de la Liga Norte prometió deportar medio millón de inmigrantes en los próximos cinco años, incluyendo 100.000 en el primer año.
“Puertas abiertas en Italia para las personas buenas y un boleto sin retorno para aquellos que vienen a Italia a crear conmoción y pensar que los vamos a cuidar”, expresó tras insistir que “inviarlos a casa será una de nuestras principales prioridades”.
Muchos de los críticos de Salvini lo consideran un racista oportunista que arriesga conducir a Italia por un camino de xenofobia a lo que, durante la campaña, se defendió diciendo que el “único antídoto contra el racismo era el control, regulación y limitación de la inmigración”.
Su mensaje ha encontrado adeptos entre los que se encuentran agobiados por el desempleo, particularmente en el sur del país, y los que perciben a los inmigrantes como la causa de la inseguridad. (ECHA – Agencias)