BOGOTÁ.- La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) de Colombia se sumó al repudio por el espionaje de la inteligencia militar a periodistas, líderes sociales y opositores, denunciado por el medio local Semana.
«No encuentro ninguna razón para que una actividad legítima como el hacer periodismo sea un blanco de inteligencia», dijo el director de la FLIP, Pedro Vaca, en una entrevista con esa publicación.
El 1 de mayo, Semana reveló una trama de espionaje contra periodistas, corresponsales extranjeros, políticos y líderes sociales por parte de unidades del Ejército entre febrero y diciembre de 2019.
Durante ese tiempo los militares hicieron seguimiento y elaboraron carpetas de más de 130 personas con el apoyo logístico y económico de una agencia de inteligencia de Estados Unidos, cuyos recursos, destinados para la lucha contra el narcotráfico, fueron empleados para espiar a periodistas, incluido Nicholas Casey, corresponsal en Colombia de The New York Times y quien dejó el país meses atrás tras publicar un artículo que comprometía al Ejército colombiano.
Las carpetas elaboradas por inteligencia del Ejército y reveladas por Semana contienen números de teléfono, «direcciones de residencia y trabajo, correos electrónicos, amigos, familiares, hijos, colegas, contactos, infracciones de tráfico y hasta lugares de votación», indicó la revista.
«Estamos hablando de algo que es muy grave, de algo que es un atentado a la democracia en sí misma. Todos los colombianos aspiramos a que la fuerza pública sea garante de derechos, no a que la fuerza pública entre a violar derechos», dijo Vaca.
El director de la FLIP agregó que «desde 1978 no ha habido ningún gobierno que haya escapado a un escándalo de seguimiento a periodistas. Esto nos dice que los periodistas han estado bajo la mira y esto es perjudicial en una democracia».
Para Vaca, las acciones de vigilancia a periodistas por parte de inteligencia militar atentan contra la libertad de prensa y «son propias de regímenes autoritarios y ponen en cuestión el derecho a una sociedad informada».
El 4 de mayo, en diálogo con diferentes medios locales, el comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, dijo desconocer quién ordenó el espionaje a periodistas, líderes sociales y políticos.
«No tenemos respuesta todavía sobre quiénes ordenaron dentro de la inteligencia militar el perfilamiento de políticos, periodistas, sindicalistas y funcionarios públicos, lo estamos investigando», dijo el oficial a la emisora local RCN Radio.
Por su parte, el presidente Iván Duque expresó su rechazo al espionaje y dijo haber impartido instrucciones para llegar a los autores materiales e intelectuales.
«Mi instrucción es una y muy clara: acá se tiene que llegar al fondo, hasta las últimas consecuencias, de quiénes son los autores materiales e intelectuales de este tipo de prácticas», dijo Duque.
Once oficiales fueron retirados del servicio el 1 de mayo, mientras que un brigadier general solicitó su retiro voluntario, informó el Ministerio de Defensa.