BOGOTÁ (Colombia).- La oficina en Colombia de la ONU para los derechos humanos urgió al Gobierno colombiano a dar «protección efectiva» a indígenas nasa del suroeste del país que han sido víctimas de ataques armados como el ocurrido en el departamento del Cauca que dejó dos muertos y cuatro heridos.
«Esta grave situación lleva a la Oficina a urgir al Estado por una protección efectiva de la vida y la integridad física y cultural de los integrantes de este pueblo indígena», dijo Alberto Brunori (foto), Representante en Colombia de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, citado en un comunicado de su despacho.
La Oficina expresó, igualmente, «su honda preocupación por los repetidos ataques en contra del pueblo indígena Nasa» y citó como ejemplo el ocurrido este sábado.
Autoridades del pueblo nasa denunciaron este sábado que al menos dos indígenas murieron y cuatro más resultaron heridos en un ataque armado contra miembros de la Guardia Indígena que se movilizaban en un autobús por una carretera del departamento colombiano del Cauca (suroeste).
El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) informó en un comunicado que el «nuevo hecho criminal» ocurrió en una vía que comunica los municipios de Toribío y Caloto.
«Condeno con firmeza los ataques en contra de la Guardia Indígena, al igual que los homicidios del médico tradicional, the wala (médico tradicional), Enrique Güejia, de Tacueyó, y del coordinador de la guardia indígena de Toribío, Gersain Yatacué, quienes fueron asesinados en los últimos días», añadió Brunori.
El funcionario resaltó que esas muertes violentas no solo impactan la estructura organizativa y el gobierno propio ancestral «sino que tienen una dimensión y afectación cultural enorme».
Brunori detalló que en lo que va del 2019 la Oficina ha recibido información sobre el homicidio de 36 integrantes del pueblo nasa del norte del Cauca, sumados a aproximadamente 53 amenazas de muerte y 8 atentados.
«En comparación con el año anterior, agosto del 2018, hoy hay a la misma fecha 9 casos más de homicidios. Una situación decididamente alarmante», puntualizó el funcionario.
De acuerdo con la información de la Oficina, de los 36 indígenas nasa asesinados este año seis de ellos defendían los derechos humanos y cuatro más pertenecían a la Guardia Indígena.
Entre tanto, el Defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret, rechazó el ataque y atribuyó el hecho a las disidencias de las FARC.
«Lo más grave de todo es que es un enfrentamiento entre las disidencias de las FARC y la Guardia Indígena. La Guardia hay que respetarla, los disidentes de las FARC no van manejar el departamento del Cauca, tienen que salir de este territorio porque lo que hay es una tragedia humanitaria derivada del narcotráfico», dijo Negret a periodistas.
El departamento del Cauca es uno de los más conflictivos de Colombia por la presencia constantes de grupos guerrilleros y bandas criminales de origen paramilitar dedicadas al narcotráfico.
Por su lado, el presidente colombiano, Iván Duque, dijo tajantemente que a «los responsables de estos crímenes los vamos a llevar a la justicia y los vamos a doblegar», al referirse a los hechos violentos del Cauca.
La declaración la hizo el jefe de Estado en Bogotá en un taller con ciudadanos, en donde indicó que «hay grupos armados organizados que están en la actividad del narcotráfico, que han estado atentando contra liderazgos indígenas, que han estado amenazando a las comunidades».
Según cifras de la Defensoría del Pueblo, en Colombia al menos 462 líderes sociales fueron asesinados entre el 1 de enero del 2016 y el 28 de febrero pasado.
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