CARTAGENA.- Una joven copetinera a la que Liliana del Carmen Campos Puello (a) “Madame” le arrebató su propina de 140 dólares, se convirtió en la principal testigo al acusarla de inducir a menores de edad a la prostitución, entre otros cargos.
La joven le hizo el reclamo a Campos Puello, y ese día hubo un escándalo en la fiesta donde estaban y llegó la Policía, lo que fue aprovechado por la mujer que ‘trabajaba’ para ‘La Madame’ para denunciar el arrebato de los 140 dólares informó Caracol Radio.
“En ese momento comenzó a colaborar con las autoridades brindando información de todos los negocios que adelantaba alias ‘La Madame’ organizando fiestas sexuales”, agrega la radioemisora.
La testigo, identificada como Andrea Gallego, dolida por el hurto de los dólares, contó que ‘La Madame’ tenía abogados en Miami, Panamá y México, listos para ir a rescatar a algunas de las mujeres que ella prostituía cuando se vieran en problemas en Migración o en cualquier tipo de líos en cualquier país del Caribe.
La juez segunda penal ambulante de Cartagena dictó el viernes medida de aseguramiento en centro carcelario contra Liliana del Carmen Campos Puello, más conocida como ‘Madame’, y quien ahora es señalada por la Fiscalía de liderar una red de trata de mujeres dedicada a la prostitución.
De la empresa criminal de Campos hacía parte su esposo, David Robles, quien, según la Fiscalía, vendía licor y drogas en las fiestas organizadas por ‘Madame’ y que se convertían en bacanales a las que asistían prostitutas y extranjeros.
Dos capitanes de yate y un extranjero que sirve como traductor entre los clientes y las jóvenes hacen parte de la red, pero aún no tienen orden de captura.
En la audiencia de medida de aseguramiento, la juez explicó que, pese a ser la prostitución un oficio de libre escogencia y no penalizado por la ley colombiana, sí lo es cuando se realiza con fines de explotación, como lo hacía Campos.
Esta mujer, según la Fiscalía, había arrendado dos casas en los exclusivos barrios de Manga y Crespo para subarrendar habitaciones a jóvenes venidas de Bogotá, Cali, Medellín, Pereira, Barranquilla y otras ciudades, para prestar servicios sexuales a extranjeros.
Ella cobraba en dólares y pagaba en pesos. Sin embargo, según la Fiscalía, la mujer recibía más del triple de lo que les daban a sus jóvenes, a quienes les pagaba 500.000 pesos por un servicio sexual de tres horas con un extranjero.
Aunque Campos es considerada por la fiscal como “la mayor proxeneta de Cartagena”, está al margen de los casos de proxenetismo y prostitución en que se vieron involucrados un grupo de ciudadanos israelitas y el capitán de la armada Raúl Danilo Romero. A las jóvenes que eran reclutadas, ‘Madame’ les exigía tener cédula.
Al ingresar a los juzgados de Cartagena, Campos hizo señal de pistola con sus dedos a la prensa y se mostró desafiante. Incluso, gritó que denunciaría a algunos políticos que han solicitado los servicios sexuales de sus jóvenes.
Esta mujer, con antecedentes por tráfico de heroína y que vivió ilegalmente en EE. UU., se mostró alterada casi todo el tiempo; solo rio cuando sus abogados dijeron que en el mundo de la prostitución las mujeres cambian con frecuencia de nombre para ocultar la identidad.
Las mujeres que trabajaban para ella estaban subyugadas al pago que Liliana les daba; es decir, se prostituían para ella, mientras ella recibía millonarios dividendos del trabajo de estas jóvenes. (ECHA- Agencias)