BOGOTÁ– El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, reestructuró los comandos del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada, una semana después de que Human Rights Watch (HRW) denunciara que altos mandos castrenses están implicados en ejecuciones extrajudiciales.
«Los cambios son procedimientos normales y necesarios», dijo el mandatario en rueda de prensa tras el relevo del general Jaime Alfonso Lasprilla, comandante del Ejército Nacional de Colombia, quien será reemplazado por el general Alberto Mejía Ferrero.
Además, el presidente nombró como nuevo comandante de la Armada Nacional al almirante Leonardo Santamaría, quien reemplazará en el cargo al almirante Hernando Wills y como nuevo comandante de la Fuerza Aérea al general Carlos Bueno, quien reemplaza al mayor General del aire, Guillermo León.
El mandatario ratificó en sus cargos al Director de la Policía Nacional, general Rodolfo Palomino, y al Jefe de Estado Mayor Conjunto, almirante Henry Blain.
El pasado 24 de junio la HRW, ONG de derechos humanos con sede en Nueva York, reportó que «numerosos generales y coroneles» sabían sobre asesinatos extrajudiciales, ocurridos de manera «generalizada y sistemática» entre 2002 y 2008, informe que fue rechazado por el presidente, Juan Manuel Santos.
En estos casos, conocidos en Colombia como «falsos positivos», las fuerzas armadas hacían aparecer a civiles como guerrilleros muertos en combate, con lo cual aumentaban las cifras de insurgentes abatidos y recibían premios y ascensos.
Dentro de los altos mandos señalados por HRW aparecen Juan Pablo Rodríguez, comandante de las Fuerzas Militares, y el general Lasprilla, saliente jefe del Ejército.
Tanto Rodríguez como Lasprilla dirigieron brigadas en las que se registraron al menos 76 presuntas ejecuciones extrajudiciales, según el informe de la ONG, que se basa en datos de la Fiscalía colombiana.
«No hay ni una sola investigación en contra de estos altos oficiales. Entonces que no vengan a señalarlos y a causarles un daño enorme sin ninguna documentación. Esa no es la forma de vigilar por el respeto de los derechos humanos», dijo Santos al conocer el informe.
Por casos de «falsos positivos», Santos, como ministro de Defensa entre 2006 y 2009, durante el gobierno de su antecesor Álvaro Uribe (2002-2010), destituyó a 27 militares, entre ellos a tres generales.
HWR aseguró que la Fiscalía colombiana investiga al menos 3.000 de estos casos de «falsos positivos», lo que ha generado condenas a cientos de soldados de bajo rango, pero pocos coroneles y ningún general han recibido castigo por estos hechos. (ECHA- Agencias)