BOGOTÁ.- Desfigurada por su ex pareja con ácido sulfúrico, Consuelo Córdoba, planeaba quitarse la vida y solo quería recibir la bendición del papa Francisco pero, al ser abrazada por el Sumo Pontífice le volvieron las fuerzas para seguir viviendo.
El próximo 29 de septiembre iba a suicidarse mediante una eutanasia hundida por la depresión , las constantes humillaciones y dolores que sufría, para lo cual buscaba desesperadamente una inyección letal.
No obstante, sus planes tomaron un cambio de 180 grados gracias a su encuentro con el papa Francisco, quien llegó a su país el último fin de semana y la abrazó con ternura.
Solo le bastó conocerlo en persona para que renunciara a la eutanasia y decidiera seguir viviendo.
«Gracias a Dios se pudo dar este milagro. Me abrazó y le entregué el regalo. Estoy feliz, le dije que me iba a hacer la eutanasia, que me ayudara, y me dijo que no, que no iba a hacer eso. Me aseguró que yo era muy valiente y que muy linda», relató a Noticias Caracol muy emocionada.
Su agradecimiento al jefe del Vaticano lo hizo saber a través de una entrevista que accedió con la agencia Reuters. «Papa, te amo demasiado. Gracias por salvarme la vida. No sabes cuánto te amo y cuánto te agradezco de que hoy esté contando este testimonio», dijo muy emocionada.
Según El Espectador, Córdoba es parte de esas siniestras cifras que dan cuenta de que la violencia contra la mujer es un tema que afecta a toda Latinoamérica. Ella fue atacada por su ex pareja en el año 2001. El hombre le arrojó ácido sulfúrico por todo su cuerpo y rostro.
Los daños que tuvo se tradujeron en deformaciones irreversibles. Ni las 87 cirugías que se practicó, hizo que recuperara la totalidad de su tez y con el pasar del tiempo, Córdoba desarrolló una enfermedad gravísima: toxoplasmosis cerebral, una infección al cerebro. (ECHA- Agencias)