Binacional con su triunfo ante Sao Paulo se vio de pronto con la gloria derretida al caer goleado 8-0 en una triste jornada en Copa Libertadores. River Plate se dio un festín de goles con el campeón del fútbol peruano y deja infectado para que todo lo avanzado se vuelva retroceso canallesco.
En cinco días el alegre momento cambió por otro baile con música fúnebre. River Plate con el 8-0 de escándalo deja una interrogante abierta. ¿Es posible que un equipo goleado sin piedad pueda tener la capacidad de levantarse?
¿El equipo de Juliaca tendrá el remedio en sus manos para la cura tan profunda de ocho cortes?
Las goleadas abultadas en estos tiempos no se dan. Claro que alguien puede traer el recuerdo del 7-1 de Alemania a Brasil en la Copa del Mundo que organizó el país de Pelé. Ese fue un accidente que no puede repetirse. Lo de Binacional fue una goleada de la suficiencia del millonario ante la debilidad carcomida del once de Juliaca.
Binacional dejó en evidencia la vulnerabilidad de los equipos peruanos, la derrota ante el subcampeón de la Copa Libertadores obliga el planteamiento de revisar que impida la salida al exterior de equipos con riesgo de sufrir una hecatombe.
Este 8-0 deberá servir para que conduzca a la reflexión de buscar fórmulas para potencializar las instituciones deportivas a fin de evitar que se repita el bochornoso episodio del ‘Poderoso del Sur’ en una competencia que es difundida a nivel mundial.
Estamos dando una pésima imagen en el exterior donde nos ven como un fútbol debilucho, torpe, tercermundista y falto de preparación para la alta competencia. Tratándose del campeón del fútbol peruano es su deber ofrecer pelea y no convertirse en un manojo de nerviosos oponentes.
Está probado también que los mecenas no pueden ser parte del complejo sistema nuestro. El dueño que pone el dinero se apropia de las pocas glorias y se convierte en padrastro de los fracasos.
Binacional le hace daño al fútbol peruano con ese revés. La Federación Peruana de Fútbol debe exigir a los dirigentes del Binacional den cuenta de lo sucedido con el fantoche de equipo presentado en el Monumental.|
No puede quedar en anécdota un resultado que llena de vergüenza a toda la parroquia del fútbol. De hecho debe alguien obligado a explicar lo sucedido y no dejarlo en el olvido.
Alguien dice que todo quedará en el pasado si Binacional en su próxima aparición en su reducto de Juliaca logra sacarse el clavo y queda zanjado el desaire que produjo el equipo del Muñeco Gallardo.
River Plate desfiló por la alfombra roja al lucirse con una goleada que también puede resultar engañosa si el equipo de Binacional era un regalo para saciar el hambre de un rival que necesitaba lavarse la cara tras perder el título de la Superliga a manos de Boca Juniors.
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