Copas de desilusiones…

 

Si existe un solo calificativo para reseñar la actuación de los equipos peruanos en las últimas cinco ediciones de la Copa Libertadores Conmebol (2020-2025) y, por allí la Sudamericana, ese sería de lamentable. Es tanto así que en estos períodos se han acostumbrado solamente en ir a competir sin ambición y punto. Al diablo las ganas de salir con todas las pilas futbolísticas bien puestas en triunfar de locales y, si es afuera mucho mejor. Nada de esto hay. Si hace dos noches en el estadio guayaquileño el Independiente del Valle (IDV) era un equipo ganable y no el fiero al que le llaman “Matagigantes” porque en su recorrido se trajo abajo varios de los clubes más grandes y tradicionales de Sudamérica, fue porque su rival Universitario de Deportes resultó algo peor. Así de sencillo. Los ´cremas´ resultaron una oncena que a su propio entrenador Fabián Bustos le cuesta entender. Rotaban la pelota en forma exasperante, y sin un ‘9’ letal: Álex Valera sigue en deuda. Una ineficacia a pruebas de balas.

Esta ‘U’ a los 75 minutos ya no tenía combustible. Acá seguimos hablando del ‘chocolate’ y mil sonseras. Pensar que cuando Juan Reynoso dirigiendo a la Selección bien o mal habló de cómo nuestros equipos se caen físicamente lo mandaron a la Inquisición por blasfemia. Los hemos visto en los sudamericanos últimos de Sub 17 y Sub 20 donde quedamos últimos y hasta sin anotar gol alguno: nuestros futbolistas se caen. No dan más. Con cansancio ya no hay ideas. Era un partido este con IDV para un empate, pero la ‘U’ entre comillas se “conformó” cuando tenía opciones de adelantar sus líneas y ser ambicioso.

Anoche Sporting Cristal fue más de lo mismo. Perdió 0-3 frente a Bolívar en la altura de La Paz y, como si esa seguidilla de derrotas comenzó con caídas de los ‘compadres’ ‘U’ y Alianza que perdieron en Lima contra River (0-1) y Libertad  (1-2)) respectivamente; en la Copa Sudamericana como si marcador de 3-0 fuera un sello para nuestros equipos el Melgar cayó en Buenos Aires contra Lanús por la Copa Sudamericana. Igual pasó con Atlético Grau en Trujillo donde perdió 0-2 con Gremio. Salvo el empate de Melgar en Arequipa ante Vasco 3-3 y el Cienciano 0 Mineiro 0 lo demás resultados terminaron con tarjeta roja: derrotas. Este 2025 de los cinco partidos por la Libertadores no hemos ganado uno y en Sudamericana tampoco.

Todo este resumen del año futbolístico copero que vivimos nos lleva al 2020 por la Libertadores y vemos que el panorama nada ha cambiado. Ese año que campeonó Palmeiras cuatro equipos nuestros (‘U’, Alianza Lima, Cristal y Binacional) fueron nuestros representantes y ninguno pasó la primera fase y menos a la Copa Sudamericana. Alianza Lima no ganó un solo partido y solo consiguió un punto con un empate. Dos años después la noche del 2/5 en el Monumental de River Plate el equipo de la franja le hizo 8-1 con seis goles de su ‘9’ Julián Álvarez. Cómo olvidar el 6-1 del Gremio al Deportivo Ayacucho.

Si seguimos sin formar verdaderas canteras deportivas, dejar que cualquier ex futbolista sin estudios de técnico dirija a nuestros menores y los equipos de la Primera División sigan descuidando a sus divisiones de menores -con raras excepciones como Alianza Lima, ‘U’, Cristal, Melgar, Sport Boys, César Vallejo, Universidad San Martín de Porres y unos cuantos más- y, encima se obligue a los padres a pagar determinadas sumas de dinero para que sus hijos tengan oportunidad de jugar; entonces todo irá pastas arriba. No hagamos que nuestros futuros futbolistas -que los hay o ¿es que acaso se han olvidado de dominar una pelota?- terminen diciendo “Si pudiera retroceder el tiempo no hubiera jugado al fútbol». Solamente trabajando en la formación de jóvenes se alcanzarán futuras fuentes de abastecimiento de jugadores para el primer equipo y la selección.

Que la Libertadores y Sudamericana dejen de ser pesadillas para los equipos nuestros e hinchadas y no les quede cruzar los dedos para que esta noche (7:30) por ejemplo, Alianza Lima que juega de visita ante Sao Paulo logre el milagro de octubre. Nada es imposible ni que tampoco tengamos que recurrir, llegado el caso, al juego del cubilete rodando los dados y en función de los puntos obtenidos en ese lanzamiento según sus reglas se  gane. No señores. Aquí es fútbol y los goles se cuentan. Las encrucijadas para todos los equipos nuestros en esta Libertadores y Sudamericana están latentes. De sus jugadores dependen aquietarlas.

 

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