LIMA – Los presidentes de China, Xi Jingping, y de Perú, Dina Boluarte, inauguraron este jueves 14, como antesala de la 31 cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (Apec), el megapuerto de Chancay, en la costa central peruana, destinado a potenciar el comercio chino con América del Sur.
Con este puerto, “el Perú podrá establecer un paradigma de conectividad multidimensional, diversificado y eficiente que comunica el litoral y el interior del país, y conecta el Perú con el resto de América Latina y el Caribe”, destacó Xi en un artículo que escribió especialmente para el diario oficial El Peruano.
Xi y Boluarte presidieron la ceremonia desde el palacio presidencial en esta capital, 80 kilómetros al sur del nuevo puerto, a pedido de la presidencia china por razones de seguridad.
En víspera de la cumbre de 21 naciones de ambas orillas del Pacífico -asistirán 16 jefes de Estado o de gobierno-, transportistas y otros gremios realizaban en Lima protestas contra el Gobierno, que en previsión de desórdenes suspendió del deber presencial a distintas actividades laborales y de centros de enseñanza.
Otro hito de la cumbre será el encuentro, previsto para el sábado 16, entre Xi y el presidente saliente estadounidense Joe Biden, habida cuenta de la rivalidad entre las dos primeras potencias económicas del planeta y la marcada decisión de enfrentar a China que ha mostrado el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Se descuenta que el gobierno de Trump priorizará, en materia comercial, los acuerdos bilaterales –utilizando herramientas como la imposición o el incremento de aranceles- por encima de los pactos multilaterales.
La cumbre Apec, este año bajo el lema “Personas, empresas, prosperidad”, debe centrarse en la búsqueda de soluciones innovadoras para los desafíos más urgentes de la gran región económica del Pacífico.
Las 21 economías que son socios de la Apec son Australia, Brunei, Canadá, Chile, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Filipinas, Hong Kong, Indonesia, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Perú, Rusia, Singapur, Tailandia y Taiwán.
Un objetivo declarado es promover el crecimiento inclusivo e interconectado, abordar la economía informal mediante el uso de plataformas digitales para una mejor integración económica, y priorizar el crecimiento resiliente frente a desafíos globales como el cambio climático y la seguridad alimentaria.
Los miembros trabajan sobre la agenda del Área de Libre Comercio de Asia y el Pacífico, con temas que van desde marcos de políticas de hidrógeno con bajas emisiones de carbono para apoyar las transiciones energéticas regionales, hasta iniciativas para prevenir y reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos.
Como telón de fondo de esos temas opera la rivalidad China-Estados Unidos, y por ello cobra especial significado el estreno del puerto de Chancay, que muestra la fuerte penetración de Beijing con inversiones y comercio en una región donde Estados Unidos ha operado como gran socio e interlocutor.
Oficialmente llamado Terminal Portuario Multipropósito de Chancay, la instalación abarca 992 hectáreas de costa y solo la primera etapa recibió una inversión china de 1213 millones de dólares, esperándose que en total llegará a 3600 millones.
El puerto, cuya magnitud contrasta con el tamaño y pobreza del distrito pesquero donde fue construido, se inicia con la operación de cuatro muelles –se podrá ampliar a 15- y es equipado con las grúas pórtico, las más grandes del mundo, con capacidad de atender buques que cargarán hasta 24 000 contenedores.
En su escrito, Xi destacó que ya con la primera fase del proyecto “se podrá reducir a 23 días el viaje marítimo del Perú a China, se ahorrará más de 20 % del costo logístico, y se generarán para el Perú ingresos anuales de 4500 millones de dólares y más de 8000 empleos directos”.
Atendiendo a preocupaciones ambientales, Xi mencionó que “en el marco de este proyecto se ha establecido una estación de rescate de animales, que ha tomado la iniciativa de asumir la responsabilidades de proteger pingüinos, focas y aves, y mejorar las condiciones ambientales de humedales, playas y el hábitat biológico”.
Sin embargo, un estudio impulsado por la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (74 organizaciones) reveló que, de 50 observaciones al estudio de impacto ambiental que acompañó el proyecto, solo 21 fueron levantadas por Cosco.
En particular, se señala que Cosco no ha prestado suficiente atención al humedal Santa Rosa, de 78 hectáreas y a solo tres kilómetros del centro de Chancay, donde las aves migratorias anidan, descansan, se alimentan y se activan en el transporte de semillas y control de plagas a nivel mundial.
También hay temor porque el puerto puede generar contaminación por hidrocarburos y metales pesados debido al transporte intensivo –aunque serán eléctricas las grúas y otras maquinarias- y las aves llevarían consigo estos contaminantes que provocarían cambios en su viaje migratorio.
Boluarte expresó al inicio de la ceremonia inaugural que Chancay “revolucionará el comercio y dinamizará la economía de Asia y el Pacífico”.
Jugando con los sonidos de los nombres de la mayor ciudad china y del nuevo puerto peruano, Xi expuso que “necesitamos hacer que ‘de Chancay a Shanghái’ se convierta verdaderamente en un camino próspero para promover el desarrollo conjunto de China-Perú y China-América Latina”.
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