En medio de sus aventura de alcoba y coqueteos con la actriz, Kate del Castillo, el encarcelado capo del cartel de Sinalola, Joaquín Guzmán Loera (a) “El Chapo”, afronta la «guerra» entre sus «esposas», Emma Coronel Aispuro y Alejandrina María Salazar Hernández, quienes pugnan por hacerse acreedoras de las visitas conyugales a su celda.
Las dos mujeres fueron reinas de belleza, están emparentadas con legendarios mafiosos aztecas, tienen también nacionalidad estadounidense, son mujeres de armas tomar y, por si fuera poco, las autoridades del penal El Altiplano entraron a tallar en esta insólita guerra de las dos mujeres del narcotraficante considerado por la revista Forbes como el más rico del planeta.
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Hasta hace poco considerada la “oficial”, Emma Coronel , de 25 años de edad y madre de sus dos hijas gemelas nacidas en Estados Unidos, ha sido defenestrada por Alejandrina María Salazar Hernández, progenitora de César, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, popularmente conocidos como los “narcojuniors” que, desde las redes sociales, defienden a su padre contra viento y marea.
Hasta la recaptura de “El Chapo” Guzmán, la consorte “oficial” era Enma Coronel, quien solo era investigada por su participación en la espectacular fuga del mafioso, mediante sus visitas conyugales, sino porque era la acompañante del prófugo que vivía a salto de mata en la sierra de Sinaloa.
La prerrogativas de Emma Coronel terminaron hace pocos días cuando las autoridades penitenciarias aztecas “descubrieron” que era “la otra” y que, legalmente, su esposa sigue siendo Alejandrina María Salazar Hernández.
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Ante el escándalo desatado por los abogados de Emma Coronel , las autoridades aztecas señalaron que para una visita a Guzmán Loera en el penal, se requiere que el mafioso se divorcie de Alejandrina María y Emma acredite su unión legal con ella.
Lo curioso es que, después de los permisos que otorgaron a Emma Coronel durante años las autoridades penitenciarias recién se dieron cuenta que en los registros del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social aparece que el capo del cártel de Sinaloa ¡sigue casado con su anterior mujer!, señala el diario azteca La Jornada.
“Las medidas de seguridad y la aplicación tajante del reglamento de los Ceferesos obliga a que solamente quienes acrediten que son familiares de un interno puedan ingresar. En este caso, para que Emma Coronel pueda visitar a Guzmán Loera se requiere que él se divorcie y acredite su unión legal con ella”, precisaron.
Asimismo indican que estas acciones se realizan para evitar que ingresen al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1, Altiplano, personas que no puedan acreditar parentesco con el capo reaprehendido, y esto se ha extendido incluso a sus representantes legales.
Alejandrina María Salazar
La primera esposa del capo de Sinaloa fue Alejandrina María Salazar Hernández, con quien, según señala el periódico mexicano El Zócalo, se casó en 1977 en el poblado de Jesús María, ubicado en su Sinaloa natal.
Con ese matrimonio tuvo tres hijos: Iván Archivaldo, Jesús Alfredo, alias “El Gordo” y César Guzmán Salazar, los «narco juniors» de triste fama en las redes sociales.
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Parece que “El Chapo” tuvo buen ojo, ya que eligió ponerle el anillo a alguien que ya tenía idea de cómo se manejaban los negocios ilegales.
Los miembros de la familia de Alejandrina no eran precisamente “carmelitas descalzas”, precisamente porque, de acuerdo a la prensa azteca, sus padres estaban vinculados con otro capo de las drogas, Héctor Luis Palma Salazar(a) «El Güero».
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“El Chapo” no era precisamente un cumplidor de la Ley por lo que no tuvo tiempo para divorciarse de Alejandrina cuando en los años ochenta se casó con Griselda López Pérez, aunque nunca se supo públicamente la fecha exacta en que contrajo matrimonio.
De esa unión, el capo tuvo cuatro hijos más: Edgar, Joaquín, Ovidio y Griselda Guadalupe.
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En mayo de 2010, Griselda fue detenida por militares en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, y tras declarar en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), fue puesta en libertad.
El hijo asesinado
Sobre los hijos de este matrimonio no existe una base de datos que determine si están dentro de la estructura del Cártel de Sinaloa realizando una actividad en concreto.
Solamente se sabe de Edgar, quien fue ejecutado el 8 de mayo de 2008 durante un enfrentamiento armado en Culiacán.
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Para el entierro de su hijo, el líder narco mostró su lado sensible: compró todas las rosas de todas las florerías de la ciudad donde falleció Edgar y las llevó a su velorio. Su gesto fue inspiración para el cantante de Lupillo Rivera, quien escribió un corrido –estilo musical típico de México– “50 mil rosas rojas”.
Zulema Hernández
Al “Chapo” Guzmán lo atraparon en Guatemala en 1993 y luego extraditaron a México. El destino elegido por las autoridades mexicana fue el penal federal de Puerta Grande, Jalisco. Durante los siete años de encierro –antes de fugarse– el capo narco gozó de un poder absoluto dentro de esa cárcel.
Allí, el Chapo inició un amorío con otra mujer, Zulema Hernández, una de las reclusas del establecimiento. Pero para el líder del Cártel de Sinaloa, Zulema se transformó en algo más que la mujer con la que se acostaba cuando él quería.
“Lo único que sinceramente te puedo decir es que me estremezco y mi pecho suena fuerte cuando leo o escucho de tu chiquita. Yo podría mentirte pero sinceramente no es mi estilo, me gustas, me atraes y te metiste en lo más profundo de mi”, le escribió.
La joven volvió a la libertad y fue encontrada muerta en diciembre de 2008. Tenía la cabeza y los pies envueltos en plástico, además de un balazo en la sien.
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Zulema había sido violada y desnuda, aún viva, le marcaron en seis ocasiones con una navaja en sus glúteos, senos y abdomen la letra Z. Pero esa marca no representaba su nombre, sino la firma de sus verdugos, Los Zetas, el cartel que se encontraba en una guerra a muerte con Guzmán.
Emma Coronel
Nació en Los Ángeles, Estados Unidos, pero de pequeña su familia se mudó al sur del Río Bravo, donde “El Chapo” se enamoró cuando la vio por primera vez en un concurso de belleza en 2006.
Se comenta que el temible mafioso movió todas sus influencias para que ella ganase el certamen y se convierta en la nueva reina de La Gran Feria del Café y la Guayaba, que se celebra en Durango, estado que junto a Sinaloa y Chihuahua componen el triángulo dorado del narcotráfico.
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En ese entonces Emma era adolescente pero al año siguiente, cuando cumplió los 18, se formalizó la relación con una gran fiesta matrinonial en el municipio de Canelas, Durango, en la cual Guzmán Loera gastó unos cinco millones de dólares.
Para variar, la familia de Emma ya tenía fuertes vínculos con los cárteles de la región. Su padre, Inés Coronel Barrera, era productor de marihuana y amapola hasta que fue detenido.
Luego de la la última fuga de Guzmán , la pista para entender qué ocurrió en el penal del Altiplano volvió a ser esta joven reina de belleza,quien era una de las pocas personas a las que les permitían visitarlo, y se especuló que podría haber sido una pieza clave para ayudarlo a escapar a través del famoso túnel.
Emma fue llamada a declarar, pero recientemente presentó dos solicitudes de amparo ante juzgados federales de Toluca para evitar ser detenida y presentada ante la Procuraduría General de la República.
Parecía que volvía a ser el ángel de la guarda del mafioso, a quien espera una larga temporada tras las rejas, hasta que las autoridades penitenciarias la sacaron de circulación para considerar a Alejandrina como la esposa y ella ser simplemente “la otra” ante la rabieta del excapo del cartel de Sinaloa.