Cinco años han pasado y parece que fue ayer. Porque el 6 de marzo del 2020 nuestro país a través de un joven que llegó de Europa y que acabó contagiando a medio mundo abrió paso a la pandemia del Coronavirus 19 qué, en sus 4 años, 8 meses y 29 días que sufrimos dejó la espantosa cifra de 216,003 muertos. Terceros después de Brasil y México por este lado del continente sudamericano cuya trágica pérdida en todo el orbe alcanzó a 2 millones 758,090 entre niños, adultos y ancianos de uno y otro sexo. Esa cifra de fallecidos compatriotas nuestros (216,003) fue como si 649 aviones Airbus A350-1000 con una capacidad de 334 pasajeros se hubieran venido abajo sin sobreviviente alguno.
Ya con el contagio que ingresó por el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez dos días después, es decir 8 de marzo, Universitario de Deportes y Alianza Lima se enfrentaron en el estadio Monumental por la sexta fecha del Torneo Apertura y el triunfo fue ‘crema’ por 2-0 con goles de Aldo Corzo y Jonathan Dos Santos. Esta derrota acentúo la crisis de Alianza Lima y dejó fuera de su cargo al entrenador uruguayo Pablo Bengoechea y no así a su compatriota Gregorio Pérez por el lado de la ’U´. Con esta victoria, Universitario se puso en segundo lugar en la tabla con 13 puntos mientras que su clásico rival se posesionó en el puesto 13 con solo 7 puntos.
Esa tarde de marzo al Estadio Monumental de Ate asistieron 46,174 aficionados que sabían perfectamente que tres meses antes (31/12/2019) la China de Xi Jinping había anunciado un brote de casos de neumonía grave de origen desconocido en Wuhan, una ciudad de 11 millones de habitantes en el interior del país. Si bien en Lima algunas personas subían a los microbuses y a todo vehículo de locomoción con mascarillas, en el Monumental alguno que otro se protegió de un contagio. Se había prohibido formar aglomeraciones y los encierros en los hogares ni siquiera habían tomado las proporciones que con el transcurso de los días y meses fueron adquiriendo.
Pero el fútbol se siguió jugando aun cuando en la ‘U’ consideraron tomar ya todas las previsiones del caso. El entrenador Pérez, por ejemplo, le preguntó al jefe de prensa, Rubén Marruffo si se continuaría disputando el campeonato o se suspendía todo. No había una disposición obligatoria del uso de la mascarilla pero como la amenaza del contagio era latente el club crema recibió una línea de toallas higiénicas y jabón líquido para los baños en cantidad. La higiene pasó a ser más obligatoria, quizá, que las propias recomendaciones técnica del entrenador Pérez, aunque el aliancista Bengoechea tras la derrota dejó de ser entrenador del equipo íntimo al extremo que renunció en el mismo camerino y no se presentó a la conferencia de prensa pero sí no dejó de usar mascarilla. El médico del club crema, doctor Marco Núñez reconoció que sí hubo algunos jugadores contagiados pero todos ellos fueron asintomáticos y que el protocolo y las guías que se prepararon se cumplieron al pie de la letra.
Y mientras en distintos estadios del mundo sus puertas se cerraron de par en par ya para el 12 de junio de 2022, alrededor de 6,3 millones de personas habían fallecido a nivel mundial mientras en Asia, que fue el continente en el que se originó el brote, la cifra de muertes ascendía a alrededor de 1,3 millones de personas, los decesos en Europa superan en más de 690.000 personas dicha cifra. En concreto, se registraron aproximadamente dos millones de muertes por el coronavirus en el Viejo Continente. Sin embargo, ya no es el continente con mayor número de fallecidos por COVID-19. La cifra contabilizada en América superaba los 2,7 millones de decesos ese día.
Un triste sino quedó en nuestras memorias hasta hoy y bastó un solo ejemplo que la prensa mundial reconoció: la nueva cifra significaría que más personas habían muerto en Perú en relación con su población que en Hungría y la República Checa, los países con el mayor número oficial de muertes per cápita.
Si el 24 de mayo de 1964 en nuestro Estadio Nacional se produjo una tragedia durante un partido preolímpico entre las selecciones de Perú y Argentina que provocó la muerte de 328 personas y 500 resultaron heridas, ese Clásico entre cremas y aliancistas del 2020 con el Coronavirus acechando fue el comienzo de eso que el poeta indio Rabindranath Tagore visualizó representa la muerte como la más cercana y querida del hombre. Que nunca más vuelva el coronavirus en nuestras vidas para que la pelota no se manche, como llegó a decir Diego Armando Maradona, no de situaciones antideportivas sino de muerte.