El penal en noche blanquiazul boquense…

 

Decía el entrenador argentino César Luis Menotti (1939-2024) que “el fútbol no es un deporte, es un juego porque con él se hace deporte, pero el fútbol nació como un juego”. En base a esta sabia definición del ‘Flaco’ me  intriga, a estas alturas de las horas transcurridas de la clasificación de Alianza Lima a la siguiente fase de la pre Libertadores a costillas de Boca Juniors en la mismísima Bombonera; si por la cabeza del arquero titular boquense Agustín Marchesín pasó esa frase ´menottista´ para haber decidido no seguir en el arco a la hora de la definición de los cinco penales y solicitar -sin tener lesión alguna- a que dentro de ese juego fuera su suplente (Leandro Brey, 22 años) quién se cuadrara delante de los cinco jugadores aliancistas en la ejecución de la pena máxima. Nunca tan bien definida esta palabra.

La verdad que en los muchos años que veo fútbol y lo sigo practicando nunca había visto que fuera el arquero el que buscara de eludir tamaña responsabilidad. Siempre fueron defensas, volantes o delanteros los que asumían ese derecho de ir tras la pelota o eludirla, de paso. Marchesín sin ningún dolor en su cuerpo hasta corrió hacia el asistente del entrenador Fernando Gago, Fabricio Coloccini a decirle que ingresara Brey. Coloccini consultó con el preparador de arqueros boquenses, Christian Muñoz para, finalmente, informado Gago éste decidiera el ingreso de Brey.

Pienso que en ese instante Boca Juniors aceleró su eliminación copera porque minutos antes y ya finalizando el partido el delantero uruguayo Edison Cavani de manera insólita erró un gol a un metro del arco ante un pase cruzado de Milton Giménez y que bastaba pegarle bien al balón y era gol. Y no había penales.

Los penales en el fútbol siempre han sido historia. Y lo seguirán siendo mientras la pelota siga rodando por las canchas. El talentoso italiano Roberto Baggio (hoy con 58 años) falló uno en el Mundial del 1974 en los EEUU. Ese error permitió que el ‘Scratch’ capitaneado por Dunga, en el estadio de Los Ángeles, se llevara otra corona máxima a la tierra de Pelé.

Delante del portero Taffarel elevó su remate arriba del travesaño. Baggio se quedó sin moverse desde el punto del penal. Romario el genial delantero brasileño diría esto tiempo después: «Cuando Baggio falló corrí para celebrar el título y al voltearme lo miré; lo vi todavía en su lugar, de pie durante mucho tiempo. En ese momento, la euforia de ganar la Copa del Mundo se desvaneció en mí”.

 Si hoy Cristiano Ronaldo ha llevado la ejecución de penales a un nivel de excelencia en la era moderna con una carrera repleta de goles y récords, demostrado su maestría en situaciones, sobre todo, de alta presión no podría decir lo mismo con el actual delantero de la ‘U’, Álex Valera. Una presión que derrumbó a Valera quién al fallar su penal frente al arquero australiano Andrew Redmayne dejó al fútbol peruano de estar presente en el Mundial de Qatar 2022. Su consuelo que lo sigue hasta hoy es que, pese a que él practicó con éxitos sus remates de penal, todos al ángulo, “esta vez le di mal al balón y el arquero con su tremendo tamaño con un ritual de saltos y movimientos me terminó por hacerme temblar las piernas”.

 Situación qué, a lo mejor le llegó a pasar la noche del martes último al arquero de Boca, Marchesín qué, jugando con su nombre prefirió marcharse de la cancha antes de tiempo y hoy los aliancistas están felices y disfrutando de La Victoria…

 

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