La próxima elección presidencial en EE.UU. ha puesto de manifiesto la gran división política existente en este país.
Esta grave división política frena la posibilidad de superar los problemas que viven millones de estadounidenses como consecuencia de la crisis financiera de 2007-08 y la consiguiente gran recesión que aún ronda entre nosotros.
Más aún, esta división impide cambiar la tendencia declinante de EE.UU en las últimas tres décadas, según se puede apreciar en los indicadores económicos y sociales que han publicado las Naciones unidas y la OCDE, entre otras importantes fuentes.
Observo con incredulidad que los republicanos neoconservadores quieren ahora retrotraer EE.UU a antes de 1929, puesto que están predicando el darwinismo social, tal como por ejemplo, el caso del constructor Donald Trump, quien no hace mucho dijo que «congelaría todas las remesas que envían los hispanosa sus países».
Y que, suelto de huesos, Donald Trumph también dijo que «podriá disparar a gente en la Quinta Avenida y no perdería votos»
Para estos candidatos presidenciales es música celestial las siguientes palabras del profesor de Ciencias Sociales y Política de la Universidad de Yale, William Graham Sumner (1840-1910), cuyo pensamiento reinaba en su tiempo: “Tenemos que escoger entre libertad, desigualdad y sobrevivencia de los más aptos, o no-libertad, igualdad y sobrevivencia de los menos aptos”.
Tiempo atrás me quedé atónito, cuando en un debate entre republicanos, le preguntaron en materia de salud a Ron Paul, que recomendaría hacer si un joven estadounidense que no compro seguro médico entra en coma.
La respuesta de Ron Paul fue: “esto es precisamente lo que se entiende por libertad: que cada uno tome sus propios riesgos”, en otras palabras, hay que dejar que el joven no sea atendido por no haber comprado un seguro médico.
En EE.UU no hay seguro médico público, excepto para los adultos que han llegado a los 65 años años o más y que han cotizado durante su vida laboral. Vale recordar que en casi todos los países desarrollados existe el seguro médico universal, menos en EE.UU.
El presidente republicano Nixon quiso establecer un sistema de seguro médico universal, pero por razones varias no pudo, luego lo intentó el presidente Bill Clinton, pero los intereses de las grandes corporaciones privadas que ofrecen seguros médicos y producen medicinas fueron tan grandes y tan fuertes que tampoco pudo.
Sólo Obama ha podido hacerlo, ciertamente con todos los recortes del caso exigido por los republicanos. Pero, aún así, los
republicanos tratan de eliminarlo.
Sin embargo, esta pesadilla política no se convertirá en realidad porque el proximo presidente será un candidato presidencial demócrata. Creo que será Hilary Clinton.
Lo que no se es quién reestructurá a EE.UU para no seguir decayendo. Es decir, quien será el Franklin D. Roosevelt de los cambiantes tiempos actuales.
* El Dr. Gustavo Saberbein ha sido Ministro de Economía y Finanzas del Perú y Gobernador del Banco Mundial. Asimismo, Profesor Asociado y Vicepresidente de la Universidad San Agustín en Chicago. Actualmente se desempeña como Consultor Económico y Conferencista en EE.UU.