In-comunicación

 

Silvia del Valle Márquez

En cambio, si el uso de la tecnología es por un objetivo en especial, será más fácil de controlar y dará mejores frutos.

En esta época de tanta comunicación nos cuesta trabajo pensar que estemos cada día más incomunicados a nivel familiar, pero así es.

Es bueno que nos demos tiempo para pensar un poco ¿cómo anda nuestra comunicación familiar? ¿Podemos hacer algo para mejorarla?

Los medios de comunicación y las redes sociales pueden ser nuestros aliados o nuestros enemigos, dependiendo de que uso les demos y de cómo los regulemos a nivel familiar.

Los dispositivos electrónicos cada día están más a nuestro alcance y a costos muy accesibles, por lo que cada vez es más fácil ver que en las familias pasa que están, físicamente todos en el mismo lugar, pero cada quien está en un lugar diferente ya que se la pasan en sus dispositivos impidiendo así una buena comunicación.

Esto implica hacer un cambio en nuestra forma de ver la vida y romper el paradigma de la comunicación y nos atrevamos a subirnos al tren de la tecnología para hacerla nuestra aliada.

Por eso hoy te dejo mis 5 Tips para lograr erradicar la incomunicación de nuestra familia.

PRIMERO: Que tus hijos tengan la tecnología que necesitan de acuerdo con su edad.
Es impresionante como, a veces, nos gana la mercadotecnia y caemos en la trampa de tener más que otros, sin importar que sea a costa de nuestra economía o que sea un daño para nuestros hijos.

Darles más dispositivos de los que necesitan nuestros hijos es perjudicial ya que provoca que tengan más tiempo y medios para perderlo en las redes sociales o en el internet ya que es seguro que no les darán un uso adecuado, por la falta de madurez o por no existir una necesidad real para el uso de esos dispositivos.

La ociosidad es la madre de todos los vicios y también aplica en la cuestión tecnológica. Si nuestros hijos tienen mucho tiempo libre en el uso de sus dispositivos habrá oportunidad de que hagan mal uso de ellos, entrando a paginas poco adecuadas o usando excesivamente aplicaciones y juegos que los pueden llegar a enviciar.

En cambio, si el uso de la tecnología es por un objetivo en especial, será más fácil de controlar y dará mejores frutos.

Recuerda que siempre debe ser adecuada a la edad de nuestros hijos.

SEGUNDO: Establece horarios para uso de la tecnología.
Aun cuando ahora se estudie por medio de los dispositivos y el internet, es necesario establecer horarios para uso de los mismos ya que también es necesario darles descanso a los ojos de nuestros hijos para evitar que se desgasten de más con el uso excesivo de las pantallas.

Podemos establecer los tiempos obligatorios de estudio y después tomar en cuenta que puedan usar sus dispositivos para algo de juego o esparcimiento, pero siempre con medida y con un horario bien definido.

Así nuestros hijos se pueden autorregular y nosotros debemos estar atentos a que esos tiempos se cumplan.

TERCERO: El tiempo de los alimentos es tiempo de convivencia.
Conforme van creciendo nuestros hijos es más difícil regular el uso de los dispositivos por lo que es bueno poner reglas de uso claras y una de ellas es que a las horas en que la familia se reúne tomar los alimentos no pueden llevar dispositivos a la mesa.

Nosotros implementamos una canasta para poner los celulares y tabletas a un lado. Esto nos funciona bien ya que así, si se pueden entablar conversaciones sin tener que atender las conversaciones virtuales.

Esto debe aplicar para todos los miembros de la familia, incluidos nosotros los papás. Es necesario que nos demos el tiempo de pasar momentos de convivencia y comunicación con nuestros hijos, escuchando lo que sienten y piensan y sobre todo sus necesidades a diario.

No hay mejor inversión de tiempo que esa.

CUARTO: Si tus hijos ya son más grandes, súbete al carro de la tecnología.
Cuando nuestros hijos crecen, la dinámica familiar cambia y nos tenemos que adaptar a las necesidades que van generando las actividades propias de cada uno.

Cuando estudian ya en la prepa o la universidad, los horarios de clases son muy diversos; y si trabajan con más razón por lo que la convivencia familiar se vuelve casi imposible.

Aquí es donde podemos ayudarnos de la tecnología para no perder el contacto. Podemos hacer un grupo familiar de WhatsApp que nos permita una comunicación fluida; pero tengamos cuidado de que no supla la convivencia presencial. Debemos tener claro que es un complemento y que las cosas más importantes se tratan en persona.

Ahora que no podemos viajar tanto, existen algunas plataformas nos permiten vernos y escucharnos todos al mismo tiempo y que en verdad que acortan distancias. También en este caso debemos cuidar de que no suplan la presencia, pero si nos ayudan a no sentirnos tan lejos en estas circunstancias adversas que vivimos.

Y QUINTO: Que sepan que siempre pueden comunicarse contigo.
Es de vital importancia que nuestros hijos sepan que estamos siempre disponibles para conversar de lo que necesiten, ya sea pedir un consejo, platicar sobre sus planes, exponernos sus necesidades o compartirnos sus sentimientos; pedirnos consejos o darnos alguna sugerencia, siempre estaremos ahí para escucharlos.

Es por esto que debe existir un canal de comunicación abierto y claro que de pie a entablar una buena y asertiva comunicación familiar.

Es muy probable que la sociedad meta ruido y quiera robarnos los momentos de convivencia, pero nosotros debemos defender esos tiempos de comunicación con mil estrategias creativas para que nuestra familia logre tener una dinámica comunicación adecuada y esto nos dé como resultado una unidad y estabilidad.

¡Si se puede! Solo es cuestión de creatividad y disposición de todos para mantenernos comunicados.

​Fuente: https://www.ideasclaras.org/

 

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