En la economía mundial, las grandes empresas transnacionales, cada año programa el despido de personal, mientras las mipymes, pone el acento en la creación de empleo.
Más del 70% de la mano de obra, esta generado por las mipymes en Argentina, Techint, la empresa más poderosa del país, acaba de despedir a 1.500 trabajadores, y Vicentin, una de las principales exportadoras, se declaró en quiebra y cerró la empresa, con deuda millonaria.
En Paraguay, 97 % de las empresas pertenecen a las mipymes, pero solamente representa el 10% de la economía formal. Predomina la informalidad. Se menciona que tenemos 30.000 mipymes en el país.
La visita no anunciada de un enemigo invisible, que nos ofrece la enfermedad y la muerte, con un nombre que suscita sospechas: COVID-19, nos está indicando el fin de una época y el inicio de otra con cambios significativos.
El diario ABC Color, apoyado en un análisis del psiquiatra Martín Moreno, nos dice en su publicación del 26 de marzo, lo siguiente:
“Las crisis económica, social y sanitaria, en fin, todas ´las crisis´, revelan la pobreza del ser humano, no solo en el campo de la psiquis, sino en lo social y cultural. Pero lo que mas demuestran las crisis, son la pobreza y desigualdad social. Ante esta situación, predominan el individualismo y el miedo”.
La economía y las finanzas están fuertemente afectadas, tanto por el cierre de grandes empresas como por los despidos masivos que se dan a nivel mundial y que se reproducen en diferentes escalas en nuestros países, siendo las mipymes victimas lamentables.
Solamente en los EE.UU. aparecen más de 10.000.000 nuevos desempleados.
Los estudiosos y grandes analistas, nos alertan sobre lo que está sucediendo y los impactos que tendremos con la presencia de COVID-19, y aparecen los comentarios de altas personalidades que llaman la atención. Veamos algunos.
Kristalina Georgieva, la nueva directora del Fondo Monetario Internacional – FMI -, que sabemos responde a la línea de los EE.UU. muy preocupada ante los hechos expresó: “El capitalismo está produciendo más mal que bien”.
Y el premio nobel de economía Joseph Stiglitz agregó: “El capitalismo está en crisis, y el neoliberalismo después de manejar la economía por más de 40 años, fracasó”
Y otro economista, Michel Spencer, también Premio Nobel de Economía, acaba de afirmar lo siguiente: “Es innegable que esta experiencia va a cambiar la forma en cómo funciona la economía mundial”
Y en este mes de abril, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, organismo de las Naciones Unidas para darle el seguimiento a la economía – finanzas en América Latina, sentenció: “El mundo se enfrenta a una crisis sanitaria-humanitaria sin precedentes en el último siglo. Estamos ante un cambio de época, de paradigma. Y tenemos que cambiar nuestro modelo de desarrollo. El mundo no va a ser el mismo después de esta pandemia y la reactivación económica va a tomar su tiempo. No es una crisis financiera, sino de salud y bienestar. Y va a ser imprescindible el rol del Estado y no el del mercado. Es el Estado, lo público, lo que nos va a sacar de esta crisis. No podemos volver a transitar por los mismos caminos que nos han traído a estas grandes brechas”
Hoy ya se anuncia que tendremos 90.000.000 en pobreza extrema por efecto de COVID-19 en América Latina-Caribe.
Sabiendo que las mipymes, son el verdadero motor del trabajo-empleo en la economía de los países (más del 70% prácticamente en todos los países), se puede afirmar sin duda alguna, que las políticas públicas, deben dedicar su prioridad a la promoción, formación, apoyo financiero-tecnológico y humano, a las mipymes, y ser impulsor de la economía popular, si queremos reactivar y renovar de verdad nuestra economía-finanzas.
De lo contrario, nos chuparemos la recesión por largo tiempo, y eso significará más desigualdad, más desempleo-hambre, más violencia, más frustración…
Alejandro Werner, director del Departamento de Occidente del Fondo Monetario Internacional – FMI -, ante el panorama que está creando COVID-19, expresó: “América Latina se enfrenta a la recesión más profunda en más de medio siglo”.
Estamos retados a reflexionar con seriedad y entender que no podemos seguir con las mismas políticas al servicio de los ricos y poderosos, que hoy pone en marcha el gobierno a través del ministerio de industria y comercio-MIC.
Necesitamos iniciar una nueva etapa, en Argentina lo están intentando con nuevos diseños, con nuevos enfoques y con nuevos planes de promoción-aceleración-consolidación de las mipymes en todas partes.
En el Paraguay, es decisivo comprender y entender que no podemos seguir con las mismas políticas.
Podemos reafirmar con certeza, que llegó la hora de las mipymes y de la economía popular, para reactivar la economía-finanzas de nuestros países, generar empleo y mejorar la salud-educación del pueblo y los ingresos de los trabajadores.
Acabamos de estar en la Semana Santa, recordando a Moisés, expresamos con fe, esperanza y solidaridad, que no queremos “el pan de la impaciencia”, sino políticas públicas sabias, con visión de futuro, con la innovación necesaria.