Entre Pablo Bengoechea (54 años) y Santiago Nasar (21, cuando lo ‘mataron’) hay dos marcadas diferencias. Mientras el entrenador uruguayo es de rostro adusto, de difícil sonrisa; Santiago era todo lo contrario: alegre y bromista. Escribiendo y leyendo ambos nombres a estas horas de la noche dominguera limeña, razono en que lo único que los unía a estos personajes era el título de la novela más ‘realista’ de Gabriel García Márquez de 1981 titulada «Crónica de una muerte anunciada». Y atención que el propio ‘Gabo’ llegó a decir en una entrevista, esto: «No hay ni una sola línea en ninguno de mis libros que no tenga su origen en un hecho real».
Lo de ‘la muerte anunciada’ de Pablo se comenzó a tejer después que perdió a mitad de semana con el Nacional de su país. Fue un durísimo golpe en Alianza Lima y. quizá, más que la primera derrota en el actual campeonato cuando jugando en su campo perdió 1-2 con Alianza Universidad de Huánuco. Lógico, era la primera fecha de un campeonato donde los clubes más ganan (en soles) por los ‘derechos’ de televisión que venden que de las propias taquillas del torneo (en soles) en sí. Lo del Nacional es Copa Libertadores y los millones de dólares, ahora sí, se pierden casi como un bolsillo roto cuando más pronto te vas eliminado.
El viernes almorcé con mi amigo y colega Alberto Parodi y Carlos Flores, aliancista hasta el tuétano y de mucho peso en los mandos directrices victorianos. La noche anterior Alianza Lima había perdido con Nacional y el ánimo en Carlos no era el mejor. Aún fastidiado por todo, le pregunté cuán sostenible era la permanencia de Bengoechea como entrenador en el club. «No lo sé, pero tampoco podría afirmar que se iría aún perdiendo este domingo con la ‘U’ (como ocurrió) porque en la siguiente semana se jugará con Racing en Buenos Aires por la Libertadores».
Lo cierto es que ‘la muerte anunciada’ del uruguayo siguió siendo la comidilla de esta Lima chismosa hoy viendo y escuchando todos los tipos de comentarios que se puedan hacer respecto al Coronavirus. Tan es así que este último sábado más de un comentario especialmente por las redes sociales decía que Bengoechea había renunciado. Lo que no era cierto como sí eran ciertas las frías estadísticas que le marcaban la sombra (que nunca le alcanza, al mejor estilo de la canción de Rubén Blades) a Pablo en esta Alianza Lima versión 2020: apenas dos victorias (ambas por 1-0 ante Municipal y Atlético Grau, este último de tiro penal) un empate y tres derrotas. Ocupando el puesto 13 con siete unidades mientras Universitario de Deportes ya está segundo con 13 puntos.
Si los hermanos de Angela Vicario, Pedro y Pablo, dieron muerte a Santiago Nasar por haber abusado antes de su hermana y por ello su flamante esposo Bayardo San Román la devolvió al toque a su casa por no estar virgen, este domingo fue el árbitro FIFA Santibáñez el encargado de anticipar la decisión de Bengoechea de desaparecer de los registros de Alianza Lima. Bueno, eso hasta ahora, aunque su hija Elo, que es periodista, anunció esta noche que su padre ofrecerá este lunes una conferencia de prensa ¿Será para ratificar ‘la muerte anunciada’? Todo indica que sí. Y ya hasta se anuncia un posible reemplazante que vendrá de Colombia, país donde ‘Gabo’ inspiró su «Crónica de una muerte anunciada» y que todo el mundo lo conoce: Jorge Luis Pinto ¿Será? solo los dirigentes aliancistas lo saben…