Si uno en su vida ha visto como los gatos juegan siempre con una madeja de lana, llevándola de aquí para allá, eso mismo se dio con tres futbolistas nuestros Luis ‘Caricho’ Guzmán Gonzales (Lima 1918-1989), Roberto ‘Tito’ Drago Burga (Lima 1923-2014) y Máximo ‘Vides’ Mosquera Zegarra (Chincha 1928-2016) con la pelota en sus pies allá por la década del 40 con la camiseta blanquirroja del Deportivo Municipal: dominio total sobre ella sumadas técnica y habilidad difícil de anular. Como era de suponer se quedaron con el apelativo de los ‘Tres Gatitos’. Y, hubo un cuarto, Segundo ‘Titina’ Castillo Varela (Callao, 1913-1993) y por quién siempre abogaron para lo llamaran igual que a los tres considerando su larga experiencia: venía de jugar las Olimpiadas de Berlín 36 y era el verdadero guía. El hecho, además, de no ser delantero y sí mediocampista la historia sólo reconoció a ‘Tito’, ‘Vides’ y ‘Caricho’.
Y los de los gatos es cierto porque antes de llamarlos así una revista deportiva de esos años 40 tenía en su contra carátula un aviso publicitario con una foto de tres gatos entrelazando sus uñas con ovillos de lana. De allí saltó el sobrenombre qué, muy bien supo explotar el periodista Óscar Paz del diario “La Crónica” que esa tarde vio cómo los ‘ediles’ ganaron al Alianza Lima 3-1 con un baile de ellos a Alejandro ‘Patrullero’ Gonzales capitán victoriano que llegando a extremos de agresividad en su fútbol nunca pudo con los tres.
Fueron tan buenos que no solamente alcanzaron títulos en equipos que defendieron tanto aquí como en el exterior. ‘Tito’ jugó en Racing de Buenos Aires como Independiente de Medellín donde también jugó ‘Caricho, quién extendió su calidad de juego, pese a su físico y frágil apariencia (pesaba 67 kilos) en Universidad de Chile y Magallanes además de Atlético Español de México. ‘Vides’ se fue más lejos: Baleares y Cádiz de España donde se retiró pero antes pasó por Deportivo Cali y Universidad Central de Venezuela.
Emilio Lafferrandiere ‘El Veco’ que vio jugar a ‘Tito’ en la liga argentina comentó una vez que no era de hacer un gran despliegue físico, “corría lo necesario porque sabía que con tocar bien la pelota y recibirla igual de un compañero de su equipo (Racing) iba a estar siempre en posesión del balón y eso en el fútbol equivale a mandar en la cancha. Su técnica no la perdió nunca y su inteligencia sobrepasó al que lo enfrentó”.
¿Qué escribió Miguel Humberto Aguirre el popular ‘Mihua’, periodista chileno afincado muchos años en nuestro país de ‘Caricho’ cuando defendió a la Universidad de Chile? Esto: “Era un artista. Cuando agarraba un balón hacía una poesía. Sí, escribía versos y también le ponía música a una entrega, una pared o un gol. En su accionar, todo era inteligencia, chispa, lucidez, pericia. Claridad para hacer del fútbol una belleza. Los alumnos de la Universidad hacíamos colas para ir a su muestra de elegancia. Los que no vieron a ‘Caricho’, se privaron de llamar al fútbol belleza”
La página oficial del Cadiz FC reseñó en este comentario lo que representó ‘Vides’ en su club: “No decepcionó nunca. Jugaba de interior de ambos lados, era un delantero de pequeña estatura pero gigante en el campo, donde deleitó por su clase extraordinaria, y por ser pícaro, habilidoso y oportunista goleador. Marcó goles muy bonitos, hizo jugadas de verdadero artista siendo un auténtico genio de la filigrana. Jugador de clase extraordinaria que encandiló a la afición gaditana”.
Por su mayoría de edad, ‘Caricho’ se convirtió en líder y cerebro del trío no obstante su metro 62 de estatura, un centímetro más que Vides contra el metro 73 de ‘Tito’. Este factor sirvió para que ‘Tito’ siempre dijera que a los tres les gustaba jugar a ras del piso y él se disculpaba, en broma, preguntándose: “¿Cómo voy a darles pases por alto si son tan bajitos? Esa era la regla y punto: pases por bajo”.
Entre los partidos más recordados está el duelo que sostuvo con la ‘U’ en 1982 por un cupo a la Copa Libertadores, que finalmente ganó el once ‘edil’ 3-2 y donde se leían comentarios al día siguiente de este calibre: “Ver a los ‘Tres Gatitos’ en acción es como ir al circo. Si agregamos al espectáculo a ‘Titina’ Castillo ya mayor y con tremenda experiencia, se complementaba ese ‘ronronear’ de felinos poniendo en jaque a la mejor defensa contrarias.”.
‘Tito’ que en las 30 ocasiones que defendió a la selección solo anotó nueve tantos, su mejor cuota goleadora fue jugando contra Sport Boys que en la primera rueda les había ganado 1-5. Esa vez Municipal se desquitó en grande ganando 7-1 y ‘Tito’ le marcó cinco goles a uno de los mejores arqueros que hemos tenido: Rafael Asca.
‘Caricho’ se retiró en 1952 con 34 años mientras que ‘Vides’ lo hizo en el Cádiz en 1969 llevando a cuestas 41 y ‘Tito’ en 1965 con 42. Esa tarde de 1969 le entregó la camiseta del Municipal a Hugo Sotil que llegaría con la magia de su fútbol. ‘Tito’ quiso cumplir ese acto con su hijo Roberto ‘Titín’ pero por estar jugando por la ‘U’ la directiva crema se opuso y quienes le dijeron que no al mes le terminaron dando su pase. ‘Titín’ pasó a defender la casaquilla rojiblanca de su padre de quién por ser un hípico empedernido le tejieron la fama de hacerse el “lesionado” o pedir su cambio para ducharse y salir despavorido a ver correr a su caballo favorito en Monterrico.
Como anécdota final queda esta: en una gira a Chile que hizo el Municipal con los “Tres Gatitos” el rival chileno que tenía como presidente a un cura, ya había recibido uno andanada de goles y hubo una jugada en que ‘Tito’, ‘Vides’ y Caricho’ eludiendo rivales llegaron hasta el arco pero en vez de hacer el gol se volvieron con la pelota hasta el centro de la cancha sin anotar. El cura encolerizado y herido en su amor propio sintió una afrenta terrible e hizo suspender el partido. Si no los excomulgo a los tres fue porque era un partido de fútbol pero ganas no le deben haber quedado de darles el castigo eterno del infierno.