Ricardo Gareca señala la necesidad de sumar la mayor cantidad de puntos en la próxima triple jornada de setiembre. Una certeza que no admite otra elección porque si se deja escapar la suma disponible, capaz estemos lamentando la ausencia de estar en el Mundial de Qatar 2022.
Uruguay, Venezuela y Brasil son los rivales, en ese orden, con quienes no debemos especular con el empate. Sería la eliminación anticipada si dejamos de arroparnos con puntos que, de logarlos, tendría el efecto contrario de acercarnos al objetivo mundialista.
En esta clasificación a Qatar 2022 tiene un menaje decorativo diferente al que tuvimos que atravesar para Rusia 2018. Esta vez no habrá puntos en mesa que recogimos por la mala inscripción de un jugador de Bolivia o distracciones de los rivales como que Paraguay y Venezuela torpedearon a los rivales que podían desplazarnos.
Ya quisiéramos, eso sí, repetir los triunfos ante Uruguay y Paraguay en Lima y Asunción. Aparte de la victoria en la altura de Quito (si alguna similitud se presenta, ya derrotamos a los ecuatorianos es pura coincidencia).
Lo cierto que, tras cosechar escasos 4 puntos en los primeros cinco partidos, depende de nosotros no tener que agarrar las cacharpas e irnos a rumiar una eliminación anticipada.
Por ello el Tigre toma con pinzas esta triple jornada de setiembre. Un agarrón de puntos es lo más conveniente con una selección fortalecida tras el papel en la Copa América reciente.
Entendemos que no tenemos un equipo galáctico, pero con lo que poseemos habrá que plantar cara a las adversidades. Tendremos que alentar a Ruidíaz, Guerrero, Cueva Carrillo, Yotún, Advíncula y Gallese para que estén iluminados y puedan darnos otra alegría con una nueva clasificación.
Los rivales no tienen tampoco mucho que mostrar. Los conocemos, los uruguayos con Cavani y Luis Suárez no han renovado el motor ganador de otras veces.
Venezuela con todas las mejoras obtenidas en los últimos años es un rival al que podemos superar y olvidarnos que contra la Vinotinto empatamos en Lima y Caracas para Rusia 2018. Aparte, los llaneros llegan con un problema: El técnico José Peseiro renunció hace poco. Están sin timón y es una ventaja que se debe aprovechar.
Brasil es de otro lote. De los tres, es el rival que no se le puede jugar de igual a igual. Con Neymar, Richarlison, Marquinhos y todos los demás que Tite conduce como un Ferrari del año, es muy complicado.
Con todo, los partidos se juegan. Habrá que esperar que nos depara esta triple jornada de setiembre en medio de un clamor de que el público vuelva a los estadios.
Todavía habrá que esperar antes de que el ‘contigo Perú’ estremezca el cemento del estadio Nacional.