Andrea Montolivo/ EFE
El portugués Kepler Laveran Ferreira «Pepe», una leyenda del Real Madrid, triple campeón de Europa con el conjunto madridista y ganador de la Eurocopa con su selección, se regaló este martes en Turín contra su compatriota Cristiano Ronaldo una noche épica, en la que lideró a su Oporto con carácter, técnica y compromiso que le reafirman como un defensa de época.
Las molestias físicas que arrastraba en los días previos a la cita del Juventus Stadium no le impidieron saltar al campo desde el primer minuto, con el brazalete de capitán en el brazo, y disputar una de los mejores partidos de su ya legendaria carrera.
No concedió espacios al español Álvaro Morata, su excompañero en el Real Madrid, anticipando siempre en el centro del campo, repelió una infinidad de centros lanzados en el área de penalti por el colombiano Juan Guillermo Cuadrado y Federico Chiesa, dirigió a sus compañeros con su liderazgo y dio excelente salida de balón.
Forma parte de esos deportistas que dan su mejor versión en los momentos de máxima necesidad y lo demostró este martes cuando su Oporto se quedó con diez en el minuto 54 por la ingenua doble amonestación vista por el iraní Medhi Taremi.
El Oporto, que se fue al descanso por delante 1-0, vio complicarse tremendamente su partido en el primer cuarto de hora de reanudación. Un doblete de Federico Chiesa y la roja a Taremi lo cambiaron todo para el Oporto.
Fue entonces cuando Pepe fue protagonista con una jugada defensiva magistral para evitar el gol de Federico Chiesa, que había superado con un toque de cabeza al meta Agustín Marchesín. Allí apareció el defensa portugués para desviar el balón hacia un poste y luego a córner.
Dominó en el área de penalti, guió a sus compañeros ante el empuje tremendo del Juventus, en superioridad numérica por más de sesenta minutos, y logró forzar la prórroga.
Fue en ese momento cuando Sergio Oliveira, que ya había anotado el gol del momentáneo 1-0 de penalti, transformó una falta directa desde los 27 metros con un disparo raso que sorprendió al meta polaco Wojciech Szczesny, con grave responsabilidad de la barrera, que se abrió.
El Oporto acabó perdiendo 3-1 en Turín por un gol de cabeza del francés Adrien Rabiot, pero selló el billete para los cuartos gracias al mayor número de goles marcados fuera de casa.
Fue un triunfo de equipo, con jugadores como Oliveira, el colombiano Luis Díaz o el mexicano Tecatito Corona que disputaron un partido de tremendo compromiso, y un Pepe que se regaló una noche a la altura de su leyenda.
EFE