El ‘9’ que Perú tiene con Paolo Guerrero endulza el fervor tribunero en estos tiempos en que los delanteros pasan de largo en una abundancia esquiva que desprotege el trabajo de Ricardo Gareca con un manojo insuficiente para armar su once.
Distinto discurso tuvo Didí cuando dirigió a la selección peruana en el duro camino al Mundial de México 70. Es que aparte de Teófilo Cubillas, Ramón Mifflin, Roberto Challe y Héctor Chumpitaz, tenía un coro afinado de jugadores dispuestos a ofrecer cada sublime recital.
Como si fuera poco tenía a su disposición a Pedro Pablo León García, el gran ‘Perico’, un delantero que habría de convertirse en pilar y sostén rumbo al Mundial de los aztecas en 1970.
‘Perico´ León en su época de esplendor alcanzó los mejores elogios por su presencia portentosa en el área rival. Los arqueros sufrieron con su agudo olfato de gol.
Y quien no recuerda, por ejemplo, el gol a Argentina 1-0 en el estadio Nacional con pase de Héctor Chumpitaz. Fue el triunfo que permitió la construcción de la clasificación mundialista.
Sin embargo, la historia de Perico estuvo escrita con anterioridad con la camiseta de Alianza Lima. En Matute el fornido delantero de pícara mirada fue artífice para el logro de tres títulos para el elenco blanquiazul.
Alianza Lima formó su rodillo negro con Víctor Rostaing, Perico y Cubillas, un tridente temible con producción de altísima cosecha. Un lujo aliancista con estos tres diablos al que se sumaba Víctor ‘Pitín´ Zegarra, cimbreante mediocampista de juego deslumbrante.
Didí observó a Perico y no se equivocó en tenerlo como convocado en su usual libreta de apuntes.
En la Bombonera de Boca Juniors en el recordado 2-2 con los argentinos y el doblete de ‘Cachito’ Ramírez, Perico León fue una de las figuras del once peruano.
Aquí surgió la anécdota de Perico y el pantalón descosido. Estuvo planeado en el camarín y Perico hizo de papel a la perfección. Didí sabía que los argentinos saldrían a embestir desde el inicio.
Con esa acción se logró enfriar el partido. Unos minutos valiosos para apagar el encendido juego de los argentinos que no esperaban que siendo los creadores del teatro los hacían caer en un baile de marionetas.
Después de ello llegó el empate 2-2 con los goles de Cachito y la clasificación lograda ante una temible Argentina que se vio sorprendida por un rival que haría trizas la olla de la Bombonera al convertirla en una espesa sopa desagradable.
Todo comenzó con el gol en el estadio Nacional. Ese gol de Perico abrió el camino de la clasificación a la recordada participación en México 70 donde Perú brilló, pero Brasil con Pelé y el Scratch nos devolvieron a casa.
Hoy Perico con el paso de los años sufre de algunos males y está internado en una casa de reposo en Estados Unidos. Seguramente aflorará en sus recuerdos todo lo que hizo por el fútbol peruano.