Hay partidos de fútbol que tienen el sello de ‘vida o muerte’ o de ‘a todo o nada´. Este que jugarán mañana las selecciones de Perú y Bolivia, en lo que concierne a nosotros, lo es. No hay vuelta que darle: los apenas siete puntos y únicos coleros en la tabla tras jugarse 12 fechas de las Eliminatorias sudamericanas nos presentan este desolador cuadro. Ni siquiera ganándole mañana a los bolivianos en el Estadio Nacional (desde las 8:30 de la noche) lo desplazaremos en la tabla porque los del Altiplano tienen 13. A lo sumo dejaremos a Chile en el fondo (tiene nueve puntos) y que tendrá que enfrentar mañana a Paraguay en Asunción.
Jugando en la región posiblemente más competitiva del mundo a nivel selecciones a Perú siempre le costó luchar de abajo para poder cumplir con sus objetivos. En estas Eliminatorias donde, con suerte, cuatro resultaban los lugares de costumbre para clasificar a un Mundial porque tres de ellos solían tenerlos en los pies -porque se trata de fútbol- de Argentina, Brasil y Uruguay; la historia nuestra a nivel fútbol cuenta con más frustraciones que con alegrías. Hay que recordar que en las actuales Eliminatorias el poderoso Brasil dejó de ser Brasil (hoy figura quinto con 18 puntos contra los 25 de Argentina, 20 de Uruguay y 19 de Ecuador y Colombia.
Por eso, a pesar del gran renacimiento del fútbol peruano que se dio de la mano de la llegada del Ricardo Gareca asistiendo al Mundial de Rusia el 2018, este 2025 como que si un búmeran nos haya golpeado en pleno rostro llegamos a este partido contra Bolivia más muertos que vivos. Con frustraciones que se fueron acumulando en este último proceso eliminatorio cambiando de entrenadores (Reynoso, Fossati y hoy Ibáñez) para llegar a esta jornada 13 con apenas un triunfo (sobre Uruguay por 1-0 acá en Lima) y tres empates anotando apenas tres goles en 12 partidos y recibiendo 15.
Bolivia dirigida por Óscar Villegas ya está en Lima. Nos ganó de local 2-0 y con sus 13 puntos sabe más que nunca que su clasificación depende de ellos. Con la altura de La Paz como gran aliada hoy constituye una formación sólida más la seguridad que le ofrece su arquero Guillermo Viscarra, hoy precisamente titular en la portería de Alianza Lima en esta campaña victoriosa de la pre Copa Libertadores y que está pensando en los rivales que le tocó en el reciente sorteo de Grupos donde al equipo aliancista le tocará enfrentar a Sao Paulo, Libertad y Talleres.
Y como si la función recién comenzara para nuestra selección mañana en el banco estará un nuevo entrenador: Óscar Ibáñez en este tira y afloja que tiene hoy el fútbol peruano en cuánto a directores técnicos y que ha llevado a que otros entrenadores a quienes se les ofreció el cargo (Tite, Pekerman, Osorio, Becassese y Milito para citar a cinco) rechazaran el ofrecimiento de la Federación Peruana de Fútbol. Así estamos y así llegamos a esta vuelta Eliminatoria qué, prácticamente es de descarte especialmente para nuestra Selección.
Se suman los suspendidos por acumulación de tarjetas amarillas (Carlos Zambrano y Miguel Araujo) y la lesión de Alex Callens y con el riesgo de que para el partido contra Venezuela la próxima semana de visita no estén Paolo Guerrero, Giancarlo Lapadula y Jesús Castillo que hoy ya tienen una amarilla. Los nombres de Gallese, Advíncula, Abram, Garcés, López, Peña, Carrillo, Tapia, Reyna y Lapadula o Guerrero aparecen como esperanzas de la inmensa ave fénix que busca salir de las cenizas donde hoy prácticamente se encuentra.
A esperar mañana y que ojalá que los amantes del fútbol no tengamos que recordar la frase Alea iacta est atribuida a Julio César, quien la pronunció antes de cruzar el río Rubicón con su ejército y todos nosotros -desde otra perspectiva redonda- sigamos creyendo que nada está perdido para llegar al Mundial del 2026 y que la “suerte no está echada” como la imaginó el gran Julio César.