¿Qué le da sentido a la vida?

 

Identificar y perseguir tu propósito no es tan sencillo como parece; sin embargo, es posible hacerlo reflexionando acerca de nuestro sentido de trascendencia.

Muchos de nosotros hemos sido educados desde niños con un estilo de crianza muy conservador y en algunos casos rígido, tal parece que la vida consiste en ser programados durante muchos años y al llegar a una edad adulta y consciente debemos trabajar en desprogramarnos, cosa que no es nada fácil, ni sencilla.

Muchos intentamos brincar de un lado de la acera al otro, es decir de pasar del “tengo” al “elijo”, y se pasan los años en este dilema de la vida. Esto constituye una especie de remodelación o reconstrucción que no es fácil realizar, requiere tiempo, esfuerzo y recursos materiales en muchos casos.

En mi experiencia profesional, veo que el gran tema al que muchas personas se enfrentan hoy es la pérdida del sentido de la vida, pero ¿Qué es realmente esto? En buena medida es todo aquello que responde a una sencilla interrogante ¿Para qué?, así de simple: ¿Para qué me levanto?, ¿Para qué voy a trabajar?, ¿Para qué mantengo esta relación sentimental?, etcétera. La gente se está preguntando muchas cosas que antes no se cuestionaba, algunos piensan que son algunas de las secuelas de la pandemia, la llamada “Hiperrefelxión del sentido de trascendencia”.

Victor Frank nos hace reflexionar sobre este mismo tema, el sentido de la vida, el sentido trascendente. Parece que lo prioritario es ¿Cómo vivo? Es la parte medular de nuestra existencia. Sin embargo, parecería que no sabemos vivir y mucho menos de una forma plena, consciente, feliz, pero sobre todo en paz.

De cierto modo la vida nos revuelca en muchas ocasiones como una gran ola y nos aleja y nos acerca, una y otra vez a esa sensación de felicidad o plenitud, pero que lejos de alcanzarla, parece que cada vez está más lejos. Parecería que estamos atrapados en un entorno que nos aleja de nuestra existencia, por conseguir y lograr aquello que “debe ser.”

Una alternativa que ha resultado de gran apoyo es retomar nuestra dimensión espiritual y comenzar a enfocarnos en ella, en el propósito de nuestra vida.

Es por eso que te comparto tres tips para descubrir tu sentido de vida y descubrir tu propósito.

  1. Descubre tu propósito raíz. Cada uno tenemos un propósito que ha estado presente a lo largo de la vida. Seguro que se manifiesta de forma distinta y en cada una de las etapas en las que nos encontramos. Te invito a identificar tu propósito raíz y no traicionarlo.
  2. Escribe tu testamento emocional. Te has preguntado alguna vez cómo quieres ser recordado, ¿Por qué quieres que te recuerden de esa forma? ¿Cuál es el legado que quieres dejar a tu paso?
  3. Trabaja el amor propio. Enfócate en conocerte hoy en el presente, no cómo eras en el pasado ni cómo te imaginas en el futuro. Enlista tus características, no las identifiques como buenas o malas, más bien como aquellas que te ayudan a brillar o las que te opacan. Eso lo decidirás una vez que las tengas claras.

Es fundamental que cada uno descubramos nuestras características y a partir de ahí decidamos hacer que nos iluminen en nuestro camino y no dejar que nos lleven a la sombra o nos opaquen, ya que eso no nos permitirá avanzar y seguir creciendo para lograr una vida plena.

Pero sobre todo contacta con tu dimensión espiritual, aquello que tiene que ver con el sentido de trascendencia de las cosas. Si logramos trascender las cosas o para qué sucedieron, será más sencillo comprender su sentido o el mensaje que nos quiere dar.

Deja un poco de lado el tener y hacer y enfócate un poco más en el ser.

 Sergio Cazadero

 

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