Los políticos se están reuniendo en Palacio de Gobierno a solicitud de la presidenta transitoria del Poder Ejecutivo. A la fecha quienes han concurrido se muestran entusiastas, con sus fórmulas para, dicen, salvar al país de la actual crisis política, social y económica. Ojalá que sus intenciones se hagan realidad y que efectivamente haya quien los escuche y obre con acierto en lo que sea viable. Esto, recordando que estamos con un régimen gubernamental que está de paso.
Claro que hay asuntos que se pueden atender, dado el supuesto de una gestión gubernamental breve. Uno de ellos es el referente a elecciones generales, tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo. Pero hay que dudar al respecto, debido a que, entre los asistentes, hay quienes se muestran fieros y ya han dicho que no se irán por nada del mundo. Y estos son, precisamente, los que con mayor ardor vienen dando su respaldo al régimen transitorio. Otros temas son de largo aliento y no creo que la gente del poder «transitorio» pueda hacer magia al respecto. Si lo que respecta a la crisis política está que quema, lo correspondiente a lo económico no se queda atrás. Y qué decir de lo social. Los pobres de ayer ahora están peor y solo sobreviven de la esperanza. Que es bueno decir, nunca muere.
Por lo demás, el gesto político de dialogar vale. Nunca debe olvidarse, más en estos momentos dramáticos, cuando hay sesenta familias que todavía lloran por la muerte de sus seres queridos, consecuencia de una represión exagerada para acabar con las protestas públicas de la ciudadanía. ¿Sobre tan importante tema, los «demócratas» de estos tiempos habrán conversado? Sería conveniente que se informara, Nada más por ahora. Es lo que pienso, es lo que creo.