Por: Carlos Ellis
En medio de las amenazas que ofrece la pandemia en su nueva fase y en presencia de alteraciones políticas producto del enfrentamiento intra elites y grupos de poder que disputan la supremacía, se efectuó de forma virtual, la reunión entre algunos líderes del mundo, sociedades, corporaciones y los principales medios de comunicación para debatir la agenda de acciones que marcará la ruta al nuevo ciclo económico post pandémico; una sociedad mundial atenta a lo que en su efecto ocurre “El gran reinicio”, la disrupción del sistema capital en el que todos estamos y donde la mayoría será afectada por el carácter a la cual obedece su comportamiento. Atención.
Durante el desarrollo del foro se trató de reconstruir la confianza y dar forma a principios corporativos, políticas y asociaciones necesarias a las nuevas tendencias que tendrá el mundo y a las cuales se debe adaptar su sociedad; ante esto, el verbo y la acción política se expresó y así se interpreta la agenda desarrollada por el economista, presidente y fundador del foro Klaus Martin Schwab:
A continuación:
- “Diseñar sistemas económicos cohesivos, sostenibles y resilientes” (25 de enero).
Partiendo que el sistema económico imperante muta a una nueva fase, coloca como centro de atención su efecto sobre la sociedad mundial; así se comprende que todos los elementos que de este sistema han surgido durante décadas e impulsados ahora por políticas globalistas cambie exponencialmente haciéndose más agresivo. En los términos se expresa: Un sistema “cohesivo” es el que genera mayores necesidades y conexión entre lo material y lo humano; “sostenible” que a pesar de su efecto estará constantemente en crecimiento haciéndose “resiliente”, que gran parte de la sociedad tenga la capacidad de resistir las circunstancias traumáticas que dichos cambios genere, incluso, la muerte.
La naturaleza del sistema seguirá operando en un modo de competencia permanente para la maximización y acumulación de riquezas y poder; evolucionará invocando la libertad, pero dependerá más de la desigualdad controlada por la comunicación, seguirá tratando al ser humano como un instrumento que se debe al consumo y el mercado, no habrá cabida a algún modelo de competencia y permanencia que no sea asociado al capital.
- “Impulsar la transformación y el crecimiento responsable de la industria” (26 de enero).
Es evidente la incorporación del poder corporativo a las estructuras políticas de países desarrollados; impulsar la transformación con el aumento de la competencia industrial y tecnológica generadora de productos, bienes y servicios se valorará el proteccionismo arancelario y el subsidio en la producción doméstica para restar espacios de participación. La responsabilidad corporativa es una forma de dirigir las industrias y medir los impactos que su actividad genera sobre la sociedad y especialmente en el medio ambiente. Este impacto se produce por la ocupación del espacio (corporaciones en ejercicios políticos), el control sobre los recursos y el interés en participar con mayor preponderancia en los mercados; a esto obedecerán las controversias limítrofes y territoriales que romperán todo fundamentos de responsabilidad.
- “Mejorar la gestión del patrimonio mundial” (27 de enero).
El desarrollo de este punto en la agenda del “Foro Mundial Económico” no se refiere a la gestión basada en la Convención UNESCO sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de la Humanidad (1972). Lo planteado en esta agenda es el interés económico representado en el “patrimonio mundial” visto como un conjunto de bienes y recursos, sobre ellos construir “derechos” para el cumplimiento de objetivos al naciente ciclo económico distorsionando así las relaciones y el comportamiento entre los actores dando paso a su ruptura como procesos naturales al conflicto.
- “Aprovechar las tecnologías de la cuarta revolución industrial” (28 de enero).
Una revolución industrial marcada por la competencia de tecnologías digitales, físicas y biológicas anticipa que cambiará el mundo tal como lo conocemos; modificará fundamentalmente en los países avanzados la forma en que viven, trabajan y se relacionan, se afectará el empleo y el futuro del trabajo ya que el principio básico es que las empresas podrán crear redes inteligentes para controlarse así misma a lo largo de toda la cadena de valor. Sistemas que combinan infraestructura física con software (ciber físicos), sensores, nanotecnología y tecnología digital de comunicaciones podrán incorporar aproximadamente 15 billones de dólares en productos a la economía mundial en los próximos 10 años aumentando la desigualdad en el reparto del ingreso, distorsión en el torrente financiero mundial y con sigo toda clase de dilemas de seguridad geopolítica por las grandes emigraciones.
- Avanzar en la cooperación global y regional (29 de enero).
Interpretar la cooperación como instrumento de interés y generador de dependencia en el marco de las Relaciones Internacionales será obligatorio (teoría realista, relaciones de interés); estas se fundamentaran en políticas expansivas por la dependencia tecnológica, militar o financiera; la provisión de equipos, instrumentos e insumos sin asesoría técnica, capacitación y transferencia de conocimiento para su fabricación en el área domestica permitirá la ocupación del espacio político por intereses foráneos mitigando la soberanía y apalancando el subdesarrollo.
A manera de conclusión.
La interpretación de esta agenda nos permite una aproximación a la totalidad de lo que será el nuevo esquema económico y de mercados para la sociedad mundial, los países, su gente y sus corporaciones. Apreciemos la competencia y la participación, las alianzas y la verdadera cooperación para el desarrollo como estrategia ante los nuevos tiempos; configuremos un pensamiento expansivo y evolutivo como único mecanismo de permanencia demos el cambio de paradigma para las nuevas relaciones económicas por venir.
MSc. Carlos Ellis
Analista internacional
carlosellis1@gmail.com