Comando Vermelho: la red criminal que desafía la seguridad en América Latina»

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El Comando Vermelho (del portugués, Comando Rojo), abreviado como CV, es la mayor organización criminal de Brasil dedicada principalmente al narcotráfico, extorsión, robo, secuestro y sicariato fundada en 1979 por Rogério Lemgruber en la prisión de Ilha Grande, formando un grupo que incluía desde convictos comunes a políticos de izquierda miembros de la Falange Vermelha (Falange Roja) para luchar contra la dictadura militar.

Durante todos estos años fue la organización criminal más poderosa de Río de Janeiro, pero posteriormente empezaron a fundarse y disputarle el poder a lo que se sumó el hecho que muchos de sus dirigentes fueron muertos o arrestados por lo que ha sido muy debilitada.

El Comando Vermelho sigue controlando partes de la ciudad y ver las calles etiquetadas con un «CV» es común en muchas favelas de Río de Janeiro. Su principal rival de la banda Terceiro Comando Puro (TCP, Tercer Comando Puro) y Amigos dos Amigos (ADA, Amigos de los Amigos). El TCP surgió de la lucha de poder entre los líderes del Comando Vermelho durante la década de 1980.

A finales de junio de 2007, la policía lanzó un asalto a gran escala en la zona donde hasta 24 personas perdieron la vida.​ Según un estudio realizado por el Centro de Investigación de la Violencia de la Universidad de Río de Janeiro, en 2008 el grupo controlaba por el 38.8% de las zonas más violentas de la ciudad, frente al 53% de 2005.

Historia

El Comando Vermelho nació en la prisión de Cándido Mendes en Ilha Grande bajo el lema “Paz, Justicia y Libertad”. El CV, cuyas siglas están pintadas en los muros de muchas de las favelas de Río de Janeiro, consolidó su creación tras la unión de internos que compartían sus celdas con miembros del grupo de izquierda Falange Vermelha,​ detenidos por los militares y confinados en la prisión de la isla.

A comienzos de la década del 80, algunos miembros del CV escaparon de Ilha Grande y se dirigieron a Río de Janeiro donde se profesionalizaron en el asalto a bancos y secuestros de empresarios y personalidades. Aunque con el tiempo, la actividad fue decayendo por su alta peligrosidad.

Con el correr de los años y sobre todo con el avance de los cárteles de narcotráfico en países vecinos como Colombia, el CV comenzó a enfocarse en el tráfico de drogas, principalmente de cocaína.

En 1990, el Comando Vermelho controlaba el 90% de las favelas de Río de Janeiro. Pero su dominio se vio muchas veces amenazado por las luchas de territorio con sus enemigos, Terceiro Comando Puro y Amigos dos Amigos. La lucha con estas dos facciones como así también el combate con las autoridades, hicieron que el poder del CV fuera decreciendo. Algunos de sus líderes como Luiz Fernando da Costa, conocido como Fernandinho Beira-Mar, Márcio dos Santos Nepomuceno o Marcinho VP y Elías Maluco, acabaron presos en cárceles federales de máxima seguridad fuera de Río de Janeiro.

Según estudios especializados en violencia en Río de Janeiro, hacia 2008, el poder del CV se redujo a menos del 40% en las favelas.

Motín en el penal de Altamira

El 29 de julio de 2019, se produjo un enfrentamiento entre miembros del Comando Vermelho y del Comando Classe A en una prisión de la ciudad de Altamira en el Estado de Pará. El motín dejó un saldo de 57 presos muertos y según declaró el secretario del Sistema Penitenciario de Pará, Jarbas Vasconcelos Carmo, la mayoría de las víctimas eran del Comando Vermelho. Dieciséis de los fallecidos fueron decapitados y el resto murió asfixiado por el humo. El número de víctimas convirtió a este ataque en la peor matanza penitenciaria de 2019 en Brasil.

Los disturbios se originaron tras una pelea entre ambas facciones que comenzó a las siete de la mañana (hora local) cuando presos detenidos en un ala reservada a los miembros de la facción del Comando Classe A irrumpieron en la zona del grupo rival. Los reclusos tomaron a dos funcionarios de prisiones como rehenes y luego desencadenaron un incendio al prender fuego colchones.

En marzo pasado, una nota de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, en Perú, informaba que brasileños y un peruano sindicados por el Ministerio Público como integrantes de la pandilla ‘Comando Vermelho’ e investigados como coautores de tráfico ilícito de drogas y del delito de tenencia ilegal de armas, había sido enviados a prisión de manera preventiva por 18 meses.

La decisión fue ordenada por el doctor Omar Magno García Zavaleta, del Juzgado de Investigación Preparatoria Transitorio especializado en Delitos Aduaneros, Tributarios, de Mercado y Ambientales de la Corte de Ucayali.

La nota informativa indicaba que se trataba de Joao Paulo Da Silva Gomez, André Comceicao De Azevedo, John Daltom Lima Ferreira y Moisés Cisneros Falcon (único peruano), detenidos en el área de Varadero, ubicada en las inmediaciones del centro poblado Nuevo Ganaan, distrito de Gallería, el 17 de febrero de este año con cinco costales de droga. En estos costales se encontraron diferentes cantidades de sustancias ilícitas, incluyendo alcaloide de cocaína y cannabis sativa (marihuana).

Circunstancias de la detención

El Departamento de Operaciones Tácticas Antidrogas de la Dirección Antidrogas de la Policía Nacional del Perú, tras recibir información que supuestos miembros de Comando Vermelho operaban en los alrededores del centro poblado Nuevo Ganaan, específicamente en Varadero, emprendieron un viaje desde Pucallpa de tres días hasta la zona. Una fuente informó a la Policía que en Varadero arribaban embarcaciones fluviales con traficantes de drogas, que luego a través de una trocha, llevaban las sustancias ilícitas hasta Brasil.

En el lugar, los agentes policiales establecieron un campamento estratégico a unos diez metros de la orilla de un río, desde donde mantenían una vigilancia discreta sobre las actividades fluviales que se realizaban. Fue a las 9:00 horas del 17 de febrero que observaron llegar a una embarcación pintada con los colores de la bandera brasileña, transportaba cinco individuos y varios costales.

Los hombres arribaron y tras bajar los costales, procedieron a cargarlos en dirección a la trocha. En ese momento los agentes salieron de la maleza y lograron detener a cuatro, uno saltó al río y cruzó la orilla, logrando escapar. Las sustancias dentro de los costales arrojaron positivo para alcaloide de cocaína y cannabis sativa. Tras inspeccionar la embarcación se encontraron tres armas de fuego y municiones, y una retrocarga.

El primer costal tenía 37 paquetes, el segundo y el tercero 28, el cuarto 20 y el quinto 19, mezclados entre cocaína y marihuana. Según el Ministerio Público, todas las sustancias arrojaron un total de 94.818 kilos de alcaloide de cocaína y 44.687 kilogramos de cannabis sativa (marihuana).

Joao Paulo Da Silva Gómez, André Comceicao De Azevedo y Moisés Cisneros Falcón optaron por ejercer su derecho a guardar silencio durante la diligencia de declaración. Por otro lado, John Daltom Lima Ferreira proporcionó una declaración en la que negó los cargos imputados en su contra, alegando no haber sido intervenido en el lugar denominado Varadero junto con los otros detenidos. Sin embargo, esta afirmación fue desvirtuada durante el desarrollo de la diligencia y por los policías que participaron en el operativo, según precisó la nota de prensa judicial. (Fotos nsightcrime.org).

¡El crimen no paga!

 

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