SOFÍA/ Bulgaria.- El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ofreció a EEUU ventajas comerciales para su industria automovilística, siempre que anule «definitivamente» cualquier amenaza de sanciones en forma de aranceles al acero y aluminio.
Después de una cena informal en Sofía con los jefes de Estado y de Gobierno, Juncker hizo este ofrecimiento que tiene también algo de ultimátum, porque incluye la amenaza de que no negociarán bajo presión («bajo la espada de Damocles» dijo Juncker) y si no se atienden sus puntos de vista «defenderemos nuestros intereses».
Es decir que la oferta, que incluye la posibilidad de revisar también algunas reglas del comercio mundial, solo se mantendrá si Washington anula antes «de forma indefinida» su amenaza de aranceles a los productos siderúrgicos europeos.
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La Comisión tiene la competencia exclusiva en materia de comercio, cada país tiene intereses comerciales diferentes, pero todos tienen un mercado único que defender.
Para la UE, una guerra comercial en la Organización Mundial de Comercio (OMC) sería mucho menos grave que una división interna por lo que han mensajes matizados a una Administración norteamericana en estos momentos imprevisible.
El pasado miércoles el presidente del Consejo, Donald Tusk comentó con ácida ironía «Con amigos como Trump ¿quien necesita enemigos?» y en la víspera varios líderes admitieron que el acuerdo nuclear con Irán «es mejorable», lo que deja abierta una puerta a la posibilidad de volver a mesa de negociaciones para intentar convencer a los iraníes, como quiere Trump.
El 1 de junio se termina la suspensión temporal de los aranceles al acero y el aluminio europeos y el temor a verse implicados en sanciones por comerciar con Irán ya ha obligado a renunciar a un contrato a la francesa Total.
Tusk habló de que «cuando su amigo más cercano actúa de forma imprevisible» se convierte en «un verdadero problema geopolítico» . Obligado a hablar de sus declaraciones de la víspera, el polaco aclaró que hablaba en serio.
«No, no es una broma, es la esencia de nuestro problema con nuestros amigos del otro lado del Atlántico. Puedo estar de acuerdo con Donald Trump cuando dice que la imprevisibilidad puede ser una herramienta muy útil en política, pero sólo contra enemigos u oponentes. La imprevisibilidad es lo último que necesitamos cuando somos amigos», enfatizó. (ECHA- Agencias)